La actriz comparte su experiencia con la maternidad, la autonomía emocional, la redefinición del éxito y el placer propio?

El podcast aborda cómo el celibato y la soltería pueden vivirse desde la autonomía y no desde la carencia

Junto con Beti, sexóloga de Platanomelón, ambas protagonistas reflexionan sobre el autoconocimiento sexual y comparten algunas claves para explorarlo

Platanomelón presenta el séptimo episodio de “No te lo Cayes”, donde Cayetana Guillén-Cuervo conversa con la actriz Cristina Castaño sobre temas que atraviesan la autonomía personal y emocional: la maternidad elegida, la soltería consciente, el celibato voluntario y la redefinición del éxito más allá de la pareja. En un diálogo íntimo y honesto, Castaño explica cómo decidió ser madre en solitario, y reivindica la soltería como un espacio de disfrute y bienestar propio.

El episodio aborda también cómo aprender a diferenciar estar sola de sentirse sola, la importancia de poner límites y de sostener vínculos que sumen, así como la vivencia del celibato como una elección personal vinculada al autocuidado. Cristina comparte además un aspecto poco visibilizado del embarazo: el aumento de la libido, que describe como un descubrimiento inesperado para el que nadie la había preparado.

La maternidad como decisión propia

El episodio arranca con una conversación sobre la maternidad entendida desde la autonomía y la convicción personal. Cristina Castaño comparte cómo su decisión de ser madre en solitario nació de un deseo profundo y no de expectativas externas. “La historia de amor era entre mi hijo y yo”, explica, subrayando que la plenitud no siempre pasa por una pareja ni por seguir guiones tradicionales. Su testimonio desmonta la idea de que existe un único camino válido hacia el éxito vital y reivindica la libertad de elegir sin pedir permiso.

En este recorrido, afirma, ha sido clave aprender a disfrutar de su propia compañía: “es un encuentro muy sanador y necesario aprender a estar sola y disfrutar”.

Además, Cristina introduce un aspecto poco visibilizado del embarazo: cómo el deseo sexual puede aumentar notablemente durante esta etapa. Lo describe como un descubrimiento inesperado para el que nadie la había preparado, evidenciando la falta de información que todavía rodea la sexualidad en la maternidad.

Soltería: una elección, no una carencia

La conversación avanza hacia la soltería como una etapa elegida y consciente, alejada del estigma y de la narrativa de la falta. Castaño distingue con claridad entre estar sola y sentirse sola, y reivindica ese espacio como una oportunidad de autoconocimiento y libertad emocional. Habla de la importancia de poner límites, de no sostener vínculos que no aportan y de escucharse con honestidad. Desde esa postura, comparte que disfruta de la soledad, incluso viajando sola, desmontando el mito de que la plenitud depende siempre de estar acompañada. Su relato da un nuevo significado de la soltería como un estado que puede nutrir, fortalecer y acompañar procesos personales profundos.

Romper el silencio sobre el deseo en el embarazo

Entre los temas que emergen en el diálogo, destaca uno del que apenas se habla: la vivencia del deseo durante el embarazo. La actriz confiesa que experimentó un aumento significativo de la libido, algo que describe como un descubrimiento inesperado para el que nadie la había preparado. Su testimonio evidencia la escasez de información que todavía rodea el cuerpo y el deseo femenino en esta etapa. A partir de su experiencia, reivindica la necesidad de una educación sexual real, accesible y completa, capaz de ofrecer herramientas para conocernos mejor, entender nuestras transformaciones y vivir el placer sin culpa ni silencios.

Cuatro claves para reconectar con nosotras mismas

Llegados al final del capítulo, Beti Badia, sexóloga de Platanomelón, aporta una dimensión pedagógica esencial: explicando cómo la falta de representación, de lenguaje y de conocimiento sobre la propia anatomía condiciona la relación que muchas mujeres tienen con su cuerpo. Para revertir esta desconexión, propone cuatro claves de autoconocimiento: mirarse, observar la vulva con un espejo; tocar, explorar a través del tacto e incorporar juguetes sexuales con los que fomentar esta exploración; pensar, comprender la anatomía y la fisiología; y mover, trabajar el suelo pélvico mediante contracciones, relajación y pulso..

Estas prácticas, señala, permiten cultivar una relación más consciente con la sexualidad y recuperar el placer desde un lugar libre y presente.