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El pre-navideño perfecto se vive en brodis: bocados para compartir, vinos y cero complicaciones

En plena antesala de la Navidad, Brodis propone una parada accesible y práctica para quienes buscan un plan sencillo en Malasaña, convirtiéndose en el lugar ideal para hacer una pausa prenavideña en mitad del día o alargar la tarde sin grandes planes.

Ya sea para picar algo antes de ver las luces del centro o para brindar con compañeros al salir del trabajo, el local encaja con esos encuentros improvisados y sin demasiada preparación.

Un momento informal que invita a compartir bocados con personalidad (partiendo de su carne kebab) y acompañarlo con una copa de vino "friki", creando una experiencia relajada y cercana. Todo ello en un ambiente cálido que hace que la parada se convierta en plan sin necesidad de buscar excusas.

Los entrantes de Brodis, pensados para compartir, son perfectos para esos planes improvisados que empiezan a llenar el calendario antes de Navidad. Bravas de Gnocchi, crujientes por fuera y melosas por dentro; empanadillas de ternera kebab al estilo argentino, con masa casera y aroma especiado; bikini de naan con pastrami y croquetas de pollo asado con salsa London curry, forman parte de sus imprescindibles.

Como siempre en Brodis, los vinos también ocupan un lugar especial. Su selección de vinos "frikis" (auténticos, con carácter y procedentes de pequeñas bodegas) se ofrecen a precios accesibles, con opciones que armonizan especialmente bien con el picoteo navideño: blancos frescos para las croquetas, tintos jugosos para el pastrami o rosados vibrantes para las empanadillas.

Céntrico y cómodo, Brodis se convierte en ese alto en el camino que apetece hacer cuando la ciudad entra en estas fechas. En este ambiente, el pre-navideño se vive sin prisas. El "paramos un momento antes de seguir" de los planes improvisados y los rituales que empiezan a llenar estas semanas encaja a la perfección con el espíritu de Brodis.

"Lo nuestro siempre ha sido darle una vuelta a lo esperado. Por eso queremos que todo el mundo comparta mesa en Brodis. Disfrutar de una copa de buen vino, probar algo distinto y dejarse llevar por el ambiente del barrio".

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