Aitor Palazuelo dinamita etiquetas con un single que impulsa el flamenco al futuro.
Con "París" el músico abraza un sonido expansivo y global que desafía lo estableció y marca un antes y un después.
Por Susan Villa.
En un momento en el que el flamenco fusión vive una efervescencia sin precedentes, Aitor Palazuelo irrumpe con una propuesta que desborda etiquetas y amplía fronteras. Su nuevo single, "París", marca el inicio de una etapa más moderna, expansiva y claramente conectada con la sensibilidad global de una nueva generación. Lejos de conformarse con los códigos tradicionales del género, el artista apuesta por un sonido que respira libertad, que mezcla raíces con electrónica, pop y matices latinos, y que revela un universo emocional en plena transformación.
Con una trayectoria marcada por escenarios compartidos con figuras de primer nivel —incluidos miembros de los Gipsy Kings— y una autenticidad que se percibe desde el primer acorde, Palazuelo se posiciona como una de las voces más inquietas e intuitivas del panorama actual. En esta entrevista, el músico abre las puertas a su proceso creativo, a las preguntas que guiaron su evolución y a la energía que impulsa una etapa en la que las conexiones profundas, las nuevas rutas sonoras y la ambición artística dibujan el mapa de su próximo destino.
1-Su nuevo single, "París", inaugura una etapa "más moderna y universal" en su música. ¿Qué le llevó a dar este giro estilístico y qué necesitaba expresar que no encontraba en su sonido anterior?
"París" nace de una necesidad personal de abrir ventanas nuevas en mi música. Sentía que había llegado a un punto donde necesitaba explorar un sonido más actual, más amplio y que conectara con gente de diferentes lugares y sensibilidades. En mi etapa anterior había encontrado mucha identidad, pero también notaba que ciertas emociones y paisajes sonoros se me estaban quedando pequeños. Con "París" busco un sonido más moderno, más expansivo, que respire libertad y que refleje todo lo que he vivido estos últimos años.
2-Desde muy pequeño mostró una conexión innata con el escenario, y a los 16 aprendió guitarra para ganar libertad interpretativa. ¿Cómo cree que esa formación autodidacta ha marcado su forma de entender el flamenco fusión?
Aprender de forma autodidacta me enseñó a escucharme mucho y a no tener miedo a experimentar. La guitarra se convirtió en una extensión de lo que sentía, sin reglas estrictas, solo intuición. Creo que eso se nota en mi forma de abordar el flamenco fusión: no lo vivo como un género cerrado, sino como un espacio donde puedo mezclar, jugar y dejarme llevar. Esa libertad que tuve al aprender, sin presiones, sigue marcando cada decisión musical que tomo hoy.
3-Ha compartido escenario con artistas de primer nivel, incluidos miembros de los Gipsy Kings. ¿Qué aprendió de esas experiencias que ahora forma parte de su identidad como músico?
De ellos aprendí algo que no se enseña en ninguna escuela: la importancia de la energía. Ver cómo viven la música desde un lugar tan auténtico y visceral me marcó profundamente. Me mostraron que la técnica es importante, pero que lo que realmente llega al público es la verdad que transmites.
4-Su primer EP, "Mismo Destino", supuso un punto de inflexión en su carrera. ¿Qué descubrió de usted mismo en ese proceso creativo y qué huella dejó en su evolución artística?
En "Mismo Destino" descubrí que tenía mucho más que decir de lo que creía. Fue un EP que me obligó a mirarme por dentro, a entender mis miedos, mis deseos y mis contradicciones. También me regaló la certeza de que quería dedicarme a esto de por vida. La huella que dejó es enorme: me enseñó a apostar por mi visión y a construir un camino propio, sin prisa, pero con convicción.
5-En "París" habla de conexiones de almas y energías que se entrelazan. ¿Qué visión personal hay detrás de esa reflexión y cómo la transformó en melodía y letra?
Siempre he creído que hay personas que llegan a nuestra vida como si ya nos conocieran de antes. "París" habla de esa sensación de reconocimiento profundo, de cuando conectas con alguien más allá de lo racional. Quise traducir eso en una melodía que se sintiera envolvente, casi magnética, y en una letra que viajara entre lo terrenal y lo espiritual. Es una canción que nace de experiencias reales y de esa intuición de que las almas, a veces, se encuentran porque tenían que encontrarse.
6-En un momento en el que el flamenco fusión vive una gran expansión, ¿qué cree que aporta usted a este género que lo hace distinto y reconocible?
Creo que aporto una mezcla muy personal entre sensibilidad flamenca y una visión moderna que no tiene miedo a incorporar sonidos electrónicos, pop o latinos.
7-Para terminar, esta nueva etapa parece abrirle puertas hacia públicos más amplios. ¿En qué proyectos está trabajando ahora y cómo imagina los próximos pasos de su carrera?
Ahora mismo estoy trabajando en nuevas canciones que siguen esta línea más moderna, pero sin perder mis raíces. Además, estoy preparando una serie de colaboraciones con artistas que admiro y que creo que van a sorprender mucho. Mi próximo paso es llevar este sonido a escenarios cada vez más grandes y a públicos de diferentes países. Me veo creciendo, explorando y disfrutando del viaje, siempre fiel a lo que siento y a lo que quiero contar con mi música.