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Expertos exigen adoptar ya las normas europeas en seguridad de edificios que el resto de europa aplica desde hace 15 años: "no hacerlo pone vidas en riesgo"

• La II Jornada sobre Eurocódigos reclama la adopción urgente de las normas estructurales europeas ante el retraso español y los riesgos en caso de incendios y terremotos

• Ingenieros, catedráticos y responsables de normalización alertan de que España mantiene normativa obsoleta mientras Europa avanza hacia la Segunda Generación de estándares estructurales

La Asociación de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos (Asociación Caminos), que pertenece al Instituto de la Ingeniería de España (IIE), celebró hoy en Madrid la II Jornada sobre los Eurocódigos de Segunda Generación, un encuentro que reunió a los principales expertos nacionales implicados en la actualización de los estándares estructurales europeos. La cita, inaugurada por el presidente de la Asociación, José Trigueros, volvió a poner sobre la mesa una evidencia incómoda: España es el único país de la UE que aún no aplica los Eurocódigos, ni los de primera generación ni la nueva versión actualizada, pese a tratarse del sistema normativo estructural más avanzado, consensuado y seguro del mundo.

Trigueros recordó que se trata de la segunda jornada organizada este año para dar visibilidad a esta segunda generación de normas, fruto de casi una década de trabajo colaborativo en Europa. Subrayó dos metas prioritarias: "dar a conocer los nuevos Eurocódigos, ya plenamente desarrollados, y reclamar a la Administración española su adopción sin más dilaciones, porque no podemos seguir proyectando estructuras con marcos obsoletos y menos seguros".

Un retraso que ya supera los 15 años… y sigue creciendo

Mientras la práctica totalidad de Europa lleva más de una década aplicando los Eurocódigos de primera generación y entrando ya en la segunda, España permanece detenida. Como señala el propio Trigueros, seguimos "mareando la perdiz" pese a tratarse de las normas que garantizan la seguridad y fiabilidad de nuestras construcciones.

El desfase afecta a todos los ámbitos de la ingeniería estructural: puentes, edificios, estructuras de hormigón, metálicas, de madera o fábrica. Y sus consecuencias no son menores. Los expertos advierten de impactos directos en la seguridad de infraestructuras críticas, incluyendo dos áreas completamente revisadas en la segunda generación de los Eurocódigos: la resistencia frente al fuego y el comportamiento sísmico.

Para entender la magnitud del retraso basta mirar el calendario: los Eurocódigos de primera generación se redactaron entre 2002 y 2007, y la mayoría de países europeos empezaron a aplicarlos entre 2010 y 2015. España, sin embargo, no ha dado el paso. Con más de 15 años de diferencia respecto a los países que ya los aplican —y sin decisión política todavía sobre su adopción— el retraso no hace sino ampliarse. Una brecha normativa que compromete la competitividad del sector y, sobre todo, la seguridad de las personas y de sus edificios.

España: a la cola de Europa en protección contra incendios y sismos

Mientras Europa avanza, España sigue atrás. Todos los Eurocódigos incluyen criterios estrictos para el cálculo de estructuras frente al fuego —reforzados aún más en esta segunda generación—, pero nuestro país ni siquiera ha incorporado los estándares europeos de la primera.

La consecuencia de esta inacción vuelve a quedar en evidencia tras tragedias y emergencias recientes. El incendio del edificio del edificio Campanar en Valencia, con 10 fallecidos, el de la Torre Ámbar en Madrid, y el incendio de la fachada del Hospital Santa Lucía de Cartagena ocurrido la semana pasada, han reabierto un debate que no admite más demoras: la seguridad real de nuestras construcciones. Muchos de estos inmuebles obtuvieron licencia cuando Europa ya desaconsejaba el uso de paneles con núcleo de polietileno en fachadas ventiladas.

Y tampoco avanzamos en absoluto en materia sísmica: la segunda generación del Eurocódigo 8 redefine por completo los criterios para el proyecto de edificios y puentes frente a terremotos, pero España sigue sin aplicar ni siquiera la primera. El terremoto de Lorca de 2011, con 9 víctimas mortales y cientos de heridos, demostró que una parte importante del parque edificatorio español no está preparada para responder adecuadamente a estos fenómenos.

En conjunto, el retraso normativo español no es el resultado de un debate técnico ni de un problema burocrático: es la consecuencia de una falta de voluntad que nos aleja de los estándares europeos y que sigue poniendo vidas en riesgo, como ya se ha demostrado demasiadas veces.

Las consecuencias: pérdida de competitividad, formación incompleta y un riesgo para la seguridad

En su intervención, Trigueros enumeró los efectos del bloqueo regulatorio:

Ingenieros obligados a trabajar con dobles marcos normativos, uno español y otro europeo, dependiendo del proyecto.

Estudiantes que se forman con contenidos que no se corresponden con los estándares europeos vigentes.

Empresas que pierden posiciones en licitaciones internacionales que exigen proyectos calculados con Eurocódigos.

España, que en su día fue referente en regulación estructural, queda ahora "a rebufo", copiando tarde y de forma incompleta lo que ya es norma común en Europa.

Y lo más preocupante: seguimos calculando edificios y puentes con criterios superados, que no incorporan los avances científicos en fuego, sismo o materiales.

Los expertos europeos exigen claridad: adopción literal de los Eurocódigos

La jornada permitió recorrer las principales novedades de la Segunda Generación gracias a las intervenciones de los máximos responsables españoles en los comités europeos de normalización:

Alejandro Pérez Caldentey, presidente del CEN/TC 250/SC2, expuso el alcance general de los Eurocódigos 2G y el avance técnico y metodológico que suponen.

José Manuel Simón-Talero detalló las actualizaciones del Eurocódigo 1 sobre acciones en estructuras, un elemento esencial del que depende cualquier cálculo estructural.

Enrique Mirambell y Miguel Ortega revisaron los nuevos criterios del Eurocódigo 3 para acero, clave en puentes y edificaciones singulares.

Francisco Arriaga presentó las novedades del Eurocódigo 5 sobre estructuras de madera, un material en plena expansión en Europa.

José M. Goicolea explicó el papel de los Informes Técnicos (TR) y Especificaciones Técnicas (TS) en la segunda generación.

Raquel Martínez Egido detalló el encaje entre el CTN 140, el Reglamento de Productos de Construcción y el marcado CE.

Por último, Miguel Ortega abordó la situación de los Anejos Nacionales, documentos clave con los que cada país define parámetros de seguridad propios… siempre dentro del marco europeo, que España aún no ha adoptado.

Todos los expertos coincidieron en una idea: los Eurocódigos forman un sistema único, coherente y completo, diseñado para garantizar la seguridad en condiciones normales, frente al fuego, frente a sismos y en todo tipo de materiales y situaciones. Cualquier "traducción alternativa" o adaptación parcial —como la que algunos organismos han tratado de impulsar en España— genera contradicciones, inseguridad jurídica y riesgo técnico.

Una llamada a la acción

Trigueros cerró la jornada con un mensaje contundente: "Llevamos dos años insistiendo a todos los altos cargos de los ministerios responsables. No hay avance. La Administración se niega a adoptar un sistema que garantiza la seguridad y la competitividad del país".

Ante esta falta de respuesta, la Asociación de Ingenieros de Caminos hizo una llamada explícita a los responsables públicos: "España no puede seguir en el furgón de cola cuando está en juego la seguridad de nuestros edificios y puentes y, por tanto, de los ciudadanos. La adopción inmediata, literal y completa de los Eurocódigos es urgente e inaplazable". 

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