Esta temporada, Selmark vuelve a demostrar por qué su patronaje es uno de los más apreciados del sector. La firma gallega presenta una selección de pijamas que combina líneas camiseras renovadas, conjuntos lenceros de inspiración delicada y diseños suaves de estilo camiseta que reafirman su apuesta por la comodidad estética. Entre estampados florales, motivos geométricos y rayas clásicas, la marca encuentra el equilibrio perfecto entre tendencia, funcionalidad y ese ajuste impecable que ha ido perfeccionando a lo largo de cinco décadas.

Con la llegada del frío hay un momento casi ritual que marca el inicio del invierno: abrir el cajón de los pijamas y elegir ese conjunto que hará más llevaderas las noches largas y los despertares lentos. Este año, además, Selmark tiene un motivo especial para celebrar ese instante íntimo: la firma gallega cumple 50 años liderando el universo de la lencería y el homewear, y lo hace presentando una colección de pijamas que captura su esencia más pura: un patronaje impecable, tejidos que reconfortan y una estética serena que invita a bajar revoluciones.

Su directora creativa,Virginia M. Rovelli, explica que esta colección nace de observar una necesidad real:"Las mujeres necesitamos prendas que acompañen nuestro día a día sin artificios, que nos permitan sentirnos bien incluso en esos momentos en los que nadie nos mira. Un buen pijama no es solo algo que nos ponemos para dormir, es una forma de cuidado hacia una misma".Y esa filosofía se siente en cada costura.

La propuesta de Selmark para este invierno se mueve entre los clásicos camiseros de algodón, las versiones más románticas con estampados florales y los diseños extra suaves pensados para las noches más frías. Los patrones, ese tesoro silencioso de Selmark, vuelven a destacar: cortes que estilizan sin oprimir, pantalones que acompañan el movimiento natural del cuerpo, camisas que caen justo donde deben caer. No es casualidad que el patrón de la firma sea uno de los más valorados del sector; detrás de él hay más de medio siglo de perfección técnica.

La paleta cromática también merece mención propia. Este año predominan los tonos que aportan calma: rosas empolvados, azules nevados, beiges que recuerdan a las primeras luces del día y una serie de tonos pastel que funcionan como un pequeño respiro visual después de jornadas intensas. Los estampados juegan entre los diseños geométricos de aire setentero, un guiño elegante al retro que vuelve esta temporada, y las flores clásicas que nunca pasan de moda. Las rayas verticales, presentes en algunos modelos camiseros, aportan ese toque pulido y eterno que hace que un pijama sea, además de cómodo, tremendamente favorecedor.

En general, son piezas pensadas para mujeres que quieren sentir la comodidad sin renunciar a un punto de sofisticación incluso al final del día. Tal y como cuenta Rovelli:"La noche es un momento para bajar el ritmo, pero no por ello tenemos que renunciar a sentirnos bonitas. Diseñamos pensando en esa mujer que quiere descansar, pero también sentirse bien consigo misma".

Un consejo para este invierno es tener al menos un pijama para cada estado de ánimo: uno ligero y suave para las noches tranquilas de lectura, otro más abrigado para los días en que el frío entra por las ventanas, y un camisero elegante para esos domingos en los que quedarse en casa se convierte en el mejor plan. La nueva colección de Selmark responde a cada una de esas necesidades, demostrando que el homewear puede ser funcional sin perder belleza.

En un año tan especial para la marca, esta colección no es solo una propuesta estética, sino una declaración de intenciones: seguir acompañando a las mujeres en sus momentos más personales, desde el descanso hasta esa primera taza de café de la mañana. Porque medio siglo después, Selmark continúa recordándonos que cuidarse, también en casa, es un gesto de estilo.