El 95% de los pilots implementados en la banca no logran convertirse en proyectos estables.
La gobernanza del dato se consolidó como uno de los pilares imprescindibles para una IA robusta y segura en banca.
Ayer tuvo lugar la 7° edición del Data Bank, el encuentro organizado por IKN Spain para los profesionales del dato en el sector bancario y financiero. El evento estuvo centrado en la aplicación de la IA generativa en el sector bancario, las nuevas regulaciones, la ciberseguridad para proteger a los clientes y la gobernanza de los datos.
El evento, que reunió a más de 200 líderes del sector bancario en el ámbito de la Inteligencia Artificial y Big Data, contando con la participación de los Chief Data Officers de grandes entidades bancarias comoBanco de España, BBVA, Sabadell, Deutsche Bank o Ibercaja, entre muchas otras.
GenAI en la banca: maduración y retos para transformar el sector financiero
Durante el congreso, se debatió que la Inteligencia Artificial Generativa se está posicionando ya como un verdadero motor de productividad e innovación en el sector financiero, aunque su consolidación práctica enfrenta importantes desafíos.
Como se subrayaron los ponentes, el 95% de los pilots implementados en la banca no logran convertirse en proyectos estables y escalables, un dato que pone en evidencia la distancia entre el entusiasmo inicial y la maduración real de la tecnología en el día a día de las organizaciones. Para solucionar esto es necesario establecer marcos claros y controles orientados a garantizar la fiabilidad, utilidad y alineación con los procesos críticos del negocio.
Uno de los puntos clave abordados durante la jornada fue la importancia de la calidad y la gobernanza del dato. Según Sergio Padilla, CDO de Banco de España "este reto es especialmente relevante cuando se trata de datos no estructurados, que, aunque sólo representan el 10% del volumen total gestionado en las entidades, son cruciales para extraer información valiosa, como ocurre en el análisis de conversaciones telefónicas". Con más de 80.000 llamadas diarias en algunos bancos, la capacidad de analizar y extraer valor de la voz requiere combinar precisión analítica, eficiencia operativa y, sobre todo, una gestión segura de información sensible.
Gobernanza del dato, ética y regulación en la era IA
La gobernanza del dato se consolidó como uno de los pilares imprescindibles para una IA robusta y segura en banca. Sergio Padilla, CDO del Banco de España, subrayó que la seguridad, la colaboración sectorial y la soberanía del dato son hoy prioridades absolutas.
Por su parte, Diego Forcén Aso, director IT de ING España y Portugal, recordó además que la regulación debe entenderse como una palanca para avanzar, que impulsa la competitividad y obliga a integrar criterios como trazabilidad, disponibilidad y calidad del dato en la estrategia de las entidades. En este panel también se subrayó la necesidad de regals claras, transparencia y modelos de gobernanza adaptados, coincidiendo todos en que solo una cultura de datos madura permitirá una IA confiable, útil y alineada con la protección del cliente.
Los equipos humanos y la protección frente al fraude
Los agentes inteligentes y la IA generativa están transformando la experiencia del cliente, permitiendo una personalización en tiempo real, procesos más ágiles y una operativa interna mucho más eficiente.
Durante uno de los paneles, Ana Palomares, Head of Advanced Analytics de ING, destacó que el éxito pasa por identificar casos de uso reales, construir una base de conocimiento sólida y acompañar a los equipos durante la adopción. También subrayó que la IA no sustituye a las personas, sino que libera tiempo para tareas de mayor valor, mientras tecnologías como la revisión documental automatizada empiezan a reducir notablemente los plazos operativos. Siempre existe supervisión humana detrás de los sistemas conversacionales, el objetivo es facilitar la vida del cliente, no reemplazar el toque humano.
En el ámbito de la seguridad y la lucha contra el fraude, varios expertos coincidieron en que la IA ya permite anticipar comportamientos anómalos, detectar patrones avanzados de ciberataques y reforzar la protección de datos sensibles. Aunque el fraude generado exclusivamente mediante IA aún es limitado, su crecimiento obliga a las entidades a evolucionar constantemente sus defensas.
El consenso durante el evento fue claro: el futuro de la banca se construirá sobre una convivencia equilibrada entre humanos y tecnología, con la IA actuando como catalizador de una banca más segura, útil y humana, siempre sustentada en métricas claras, ética aplicada y formación adecuada en todos los niveles.