Liwe Española ha presentado ante el Juzgado de lo Mercantil su Plan de Reestructuración, un marco diseñado específicamente para garantizar que las entidades financieras recuperen su deuda en las mejores condiciones, pudiendo alcanzar hasta el 100% de recuperación. La propuesta cuenta con el respaldo explícito de CaixaBank, principal acreedor, que ostenta más del 40% de la deuda financiera de la empresa y se apoya en el plan de viabilidad elaborado por la compañía y por Alvarez & Marsal, asesor financiero de las entidades.
El plan ha sido concebido para maximizar la recuperación del crédito bancario y asegurar la continuidad futura del negocio, reforzando la estabilidad financiera de Liwe Española y afianzando su posición competitiva tras un año de profunda reestructuración.
Uno de los elementos clave del Plan es que las entidades financieras pueden elegir entre una quita del 49% o la conversión de su deuda en préstamos participativos. En ambos casos el diseño asegura que la banca cobra:
Con la quita del 49%, el 51% restante queda garantizado dentro de un plan de pagos que se iniciaría en 2027, permitiendo que la compañía mantenga su liquidez operativa e impulse su recuperación, tras haber ejecutado ya una profunda reorganización y situarse hoy en una posición claramente más sólida que hace un año.
Con el préstamo participativo, las entidades pueden recuperar hasta el 100% de su deuda, ya que este instrumento permite el pago íntegro del principal y los intereses a su vencimiento.
El mecanismo ofrecido por Liwe asegura que, en todos los escenarios, la banca queda protegida y con capacidad real de cobro, al tiempo que se refuerza la solvencia de la compañía. Los préstamos participativos computarán como patrimonio neto, mejorando los niveles de solvencia y facilitando la viabilidad futura del proyecto. Su amortización está prevista en un único pago, junto con los intereses devengados, el 31 de enero de 2033.
El Plan de Reestructuración será sometido a aprobación de los accionistas en la Junta convocada para el 25 de noviembre. La compañía confía en la aprobación del plan de reestructuración enviado al juzgado para evitar un concurso de acreedores que sería mucho más perjudicial para la banca y para los 1.000 empleados de Liwe.
Reestructuración de la compañía
A lo largo del último año, la compañía ha llevado a cabo una reorganización profunda de su estructura. Durante este periodo han completado la salida del mercado italiano y han avanzado en la reestructuración del parque de tiendas, con el fin de concentrar los recursos en los mercados y ubicaciones con mayor potencial. Asimismo, iniciaron un ERE que contemplaba una reducción del 29% del personal adscrito a los servicios centrales, una medida difícil pero necesaria para reforzar la sostenibilidad del proyecto a largo plazo.
Actualmente, la actividad logística y comercial sigue avanzando con normalidad. Las tiendas ya disponen de la colección completa para la campaña de Navidad, la producción de la temporada de verano avanza según lo previsto y el equipo de diseño trabaja en la colección otoño–invierno 2026/2027.