El calcio se presenta como un aliado fundamental: no solo es el mineral que da firmeza a los huesos, sino también una de las claves para mantener la independencia, la movilidad y la calidad de vida en la tercera edad
Desde Central Lechera Gallega sostienen que las personas mayores deben ingerir entre dos y tres raciones de lácteos al día, lo que equivale a 40-60 gramos diarios
Pontevedra, 1 de octubre de 2025 Con el paso de los años, la osteoporosis se convierte en una amenaza silenciosa para millones de personas mayores, debilitando su estructura ósea y aumentando el riesgo de fracturas. De hecho, en España, se estima que más de 3 millones de personas mayores padecen osteoporosis, siendo las mujeres, tras la menopausia, las más afectadas, según la Asociación Española de Pacientes con Osteoporosis (Aecosar).
Así, los huesos se vuelven más frágiles, en parte por cambios hormonales como la caída de estrógenos tras la menopausia en las mujeres y también por una menor absorción de nutrientes esenciales como el calcio y la vitamina D, por lo que aumenta el riesgo de fracturas significativamente. Y esto, indudablemente, tiene un impacto muy alto en la calidad de vida de las personas mayores, ya que la osteoporosis incrementa la probabilidad de fracturas de cadera, columna o muñeca.
En este contexto, el calcio se presenta como un aliado fundamental: no solo es el mineral que da firmeza a los huesos, sino también una de las claves para mantener la independencia, la movilidad y la calidad de vida en la tercera edad, tal y como explican desde el equipo de Calidad de Central Lechera Gallega, empresa referente del sector quesero español.
Y es que, en la tercera edad, el organismo absorbe el calcio con menos eficacia y, por tanto, asegurar un aporte suficiente es esencial para reducir el riesgo de osteoporosis y fracturas, protegiendo así la movilidad y la calidad de la vida de las personas mayores.
Los lácteos como fuente de calcio de fácil absorción
"Los lácteos, como la leche, el queso o el yogur, son una de las principales fuentes de calcio en nuestra dieta y, además, se caracterizan por una alta biodisponibilidad, es decir, el cuerpo los aprovecha de una forma muy recurrente", subrayan desde el equipo de Calidad de Central Lechera Gallega. A esto, se suma que, además, los lácteos aportan otros nutrientes importantes para la salud ósea, como las proteínas y el fósforo.
Por ello, incluir raciones diarias de lácteos es una manera sencilla y eficaz de asegurar el aporte de calcio en la esta franja de edad, favoreciendo huesos más fuertes y un envejecimiento activo. En concreto, como subrayan desde la compañía, lo recomendado para la tercera edad, son entre dos y tres raciones de lácteos al día, adaptadas siempre a las necesidades individuales de cada persona.
Por ejemplo, una ración puede ser un vaso de leche, dos yogures o una porción de queso. Esta ingesta asegura un aporte adecuado de calcio y proteínas de alta calidad, nutrientes imprescindibles para mantener la salud ósea y muscular en esta etapa de la vida. Además, los lácteos son alimentos versátiles y fáciles de integrar en la dieta diaria, lo que facilita cumplir con las recomendaciones.
Una dieta equilibrada y placentera para las personas mayores
Tal y como exponen desde la compañía quesera, comer bien sostiene la fuerza y la autonomía. Así, dado que las personas mayores necesitan aportar calcio y proteína para sus huesos y músculos, lo ideal sería incluir el queso a diario. En aquellos casos en los que masticar resulte algo más complicado, se puede optar por variedades como el queso fresco o tierno.
Así, como sugieren desde el equipo de Calidad de Central Lechera Gallega, la idea es consumir entre 40 y 60 gramos al día. De este modo, se pueden elegir diferentes variedades, según los gustos y necesidades del mayor:
Fresco: suave y fácil de masticar. Es una buena opción para cuando se busca algo ligero y húmedo.
Sin lactosa: para aquellos con molestias digestivas.
Bajo en sal: perfecto para quienes deben prestar atención a la tensión.
Light (bajo en grasa): cuando se busca reducir la ingesta de calorías.
Alto en proteína: para reforzar la musculatura.
En resumen, mantener unos hábitos alimentarios adecuados, con una presencia diaria de lácteos adaptados a las necesidades individuales, resulta clave para prevenir la osteoporosis y conservar la autonomía en la tercera edad. Apostar por una dieta equilibrada y placentera no solo contribuye a fortalecer los huesos y los músculos, sino que también mejora la calidad de vida, permitiendo a las personas mayores disfrutar de un envejecimiento más activo, saludable y lleno de vitalidad.