Con casi 150 títulos a sus espaldas, el actor y especialista vigués, rostro imprescindible del spaghetti western y del fantaterror español, trabajó junto a figuras de la talla de Clint Eastwood, Kirk Douglas, Charlton Heston, Sean Connery, Raquel Welch o Arnold Schwarzenegger.

Young Frankenstein, Bride of Re-Animator, X: The Man with the X-Ray Eyes y The Rocky Horror Picture Show encabezan la programación de la novena edición, dedicada al arquetipo del “Mad Doctor”

La Sección Oficial del GFFF, que se celebrará del 19 al 27 de septiembre, trae a Vigo 74 cortometrajes, 34 países y un ejército de estrenos

El cine fantástico vuelve a tomar Vigo del 19 al 27 de septiembre con la novena edición del Galician Freaky Film Festival (GFFF), que este año pone el foco en una figura tan sorprendente como olvidada: el actor y especialista Luis Barboo. Con casi 150 títulos a sus espaldas, Barboo fue un rostro imprescindible del spaghetti western y del fantaterror español, además de haber trabajado junto a figuras de la talla de Clint Eastwood, Kirk Douglas, Charlton Heston, Sean Connery, Raquel Welch o Arnold Schwarzenegger.

Luis Barboo (Vigo, 1927 - 2001) inició su trayectoria como acróbata y especialista en Madrid antes de dar el salto al cine con Sandokán, el magnífico (Umberto Lenzi, 1963). Su debut como actor de reparto llegó un año después en Por un puñado de dólares (Sergio Leone, 1964), compartiendo escena con Clint Eastwood. Con su físico imponente y su característica cicatriz en el rostro, trabajó además junto a figuras como Bud Spencer, Lee Van Cleef o Christopher Lee y destacó también en el llamado fantaterror español de los años 70 (Las garras de Lorelei, El retorno del hombre lobo o Misterio en la isla de los monstruos) bajo la dirección de Amando de Ossorio, Jesús Franco, Paul Naschy o Juan Piquer Simón.

Su particular rostro lo convirtió en un habitual de las escenas de acción más intensas, muriendo una y otra vez en pantalla: a tiros, atravesado por flechas de ballesta, víctima de explosiones, desprendimientos de tierra, infartos, latigazos, quemado vivo o atravesado por una espada. Un catálogo de muertes tan épico como su legado.

El festival lo recordará con un homenaje especial que incluirá la proyección de Conan, el Bárbaro (John Milius, 1982), donde interpretó al mítico guerrero Rojo, el 23 de septiembre en los cines Tamberlick. La sesión contará con un coloquio sobre su figura y su legado cinematográfico bajo el título “Luis Barboo: el vigués que caminó con las estrellas”, conducido por el escritor y cineasta vigués Josiño Araujo y la subdirectora del GFFF, Miriam P. Álvarez, quienes están trabajando en un documental sobre su vida. En esta charla, el público podrá descubrir detalles fascinantes de la trayectoria de este singular actor.

El homenaje concluirá con la presentación del nuevo Premio Luis Barboo, que se otorgará al actor secundario más sufrido de la Sección Oficial. El galardón se fallará el 27 de septiembre durante la clausura del GFFF.

Una programación con científicos locos, resurrecciones y glam rock

Más allá del homenaje, la novena edición del GFFF mantiene su espíritu irreverente y temático. Este año, el leitmotiv está dedicado a los “Mad Doctors”, esos científicos locos que pueblan la historia del cine fantástico y de terror. Desde Frankenstein hasta el Dr. Moreau, pasando por los laboratorios imposibles del expresionismo alemán o las delirantes comedias de los años 70, los doctores trastornados han sido un vehículo para explorar el poder, el conocimiento y la transgresión moral.

Este eje temático se desplegará en la programación con títulos que son auténticos hitos del género. La inauguración, el 19 de septiembre, será un festín doble con Young Frankenstein (Mel Brooks, 1974), la parodia irreverente que celebra medio siglo, y Bride of Re-Animator (Brian Yuzna, 1990), secuela gore y delirante que cumple 35 años. A lo largo de la semana se proyectará también X: The Man with the X-Ray Eyes (Roger Corman, 1965), una obra de culto que celebra su 60 aniversario y que servirá de homenaje al mítico director estadounidense fallecido en 2024. La clausura, el 27 de septiembre, promete ser una de las noches más festivas de la historia del GFFF con la celebración del 50 aniversario de The Rocky Horror Picture Show (Jim Sharman, 1975) -protagonista del cartel de la edición de este año-, una proyección acompañada de animación en vivo, sorpresas escénicas y la atmósfera desinhibida que caracteriza al festival.

Sección Oficial con 74 cortometrajes, 34 países y un ejército de estrenos

La Sección Oficial de cortometrajes refuerza la dimensión internacional del certamen con 74 obras procedentes de 34 países. La cifra de estrenos es récord: un estreno mundial, dos internacionales, uno europeo, 27 nacionales y 34 gallegos, hasta sumar un total de 65 estrenos en Galicia. El GFFF se consolida así como una de las principales plataformas en España para descubrir cine de género reciente, con vocación de tender puentes hacia la escena internacional.

La programación de cortos se organiza en 12 bloques temáticos, cada uno con su propia personalidad. Los dos volúmenes de Arrepío ofrecen un auténtico maratón de miedo, desde el suspense psicológico hasta el body horror más extremo, con un bloque dedicado al terror asiático que incluirá nuevas voces procedentes de Japón, Corea y Filipinas. La sección de Ciencia Ficción brilla con propuestas tan variadas como la canadiense Himalia (Clara Milo y Juliett Lossky, 2024), rodada en esperanto, o delirios de humor intergaláctico que exploran la soledad en clave satírica. El Humor Freak se desdobla en dos entregas con piezas como I Am the Fire, del sueco Patrik Eklund, que convierte la crisis de la mediana edad en un espectáculo tan brutal como hilarante.

Otros bloques, como Serie B-estial, reivindican el ingenio de las producciones de bajo presupuesto, mientras que Alimento para o maxín propone un recorrido visualmente hipnótico y cerebral. Los dos bloques de Co Cu Torcido prometen una nueva dosis de humor negro y situaciones absurdas. Y el sello inconfundible del GFFF llega con los tres volúmenes de Qué Carallo é isto?!, donde destacan obras como King of Nothing, del serbio Aleksa Gajic, deudor del cómic underground; Mereneläviä, de la finlandesa Veera Lamminpää, que transforma una pescadería en un escenario insólito; Freaks, del ruso Alexander Samsonov, que combina ternura y brutalidad; y Drizzle in Johnson, del director Ivan Li, una animación tan perturbadora que se convierte en la guinda final de la Sección Oficial.

El director catalán Pol Diggler, ganador del Premio Freakiest Director en la pasada edición y único cineasta del que el festival ha proyectado tres trabajos, vuelve este año en calidad de juez. Junto a él estará la productora y programadora italiana Alessia Gasparella, con experiencia en festivales como Tribeca, SXSW o Fantasia y codirectora del Bref International Short Film Festival.. Completa el panel Sara Lopo, programadora en MOTELX y jurado en certámenes como Sitges y Fantastic Fest, reconocida por su trayectoria en el cine fantástico internacional. Su presencia confirma la proyección exterior del certamen, que este año busca consolidarse como una referencia en el circuito europeo.

Zombis por las calles, cómics mutantes y pequefreaks

El GFFF, sin embargo, no se limita a la pantalla. Como cada año, la ciudad será parte activa del festival gracias a un variado programa de actividades paralelas. Una de las más esperadas es la Galician Freak Zombi Walk, la primera gran marcha de muertos vivientes que recorrerá el centro de Vigo con el museo MARCO como punto de partida. También regresa el concurso nacional de cómic, que alcanza su tercera edición con el excéntrico Doctor Vigo como protagonista y que contará con premios en metálico y accésits patrocinados por Norma Editorial.

El Pequefreak, por su parte, celebrará una edición ampliada los días 20 y 21 de septiembre, con proyecciones, talleres y actividades para el público familiar. Este año incluirá además un jurado infantil formado por niños y niñas que decidirán el premio al mejor cortometraje, una forma de dar voz a los más pequeños y de acercarles al cine como experiencia creativa y crítica.