El IMV (Ingreso Mínimo Vital), a pesar de los bulos que la ultraderecha propaga a menudo, no es "una paguita", es una prestación dirigida a prevenir el riesgo de pobreza y exclusión social de las personas que carecen de recursos económicos básicos para cubrir sus necesidades básicas y, se otorga bajo una serie de requisitos sobre los ingresos, patrimonio, residencia y situación de vulnerabilidad.
Uno de estos bulos es que las personas en situación de vulnerabilidad prefieren la prestación a un empleo. Según los datos, la demanda potencial del IMV es mayor de lo que muestran las solicitudes actuales. Se calcula que más del 50% de las personas que tienen derecho al IMV no lo solicitan. Y existen varios factores por los que esto puede suceder: desconocimiento de la prestación y de cómo funciona, miedo o vergüenza a pedir la ayuda, barreras de acceso a la información o idioma o, que los trámites sean complicados, entre otros.
Tampoco es cierto que las personas inmigrantes sean las que solicitan mayormente la prestación pues los factores mencionados anteriormente afectan más a estas comunidades y su participación está por debajo de su representación en la población total, entre un 10% y un 30% del total de las solicitudes.
Los últimos datos a los que podemos acceder son de junio de este año 2025 y nos cuentan lo siguiente:
Prestaciones junio
Por cada 10.000 habitantes
Población
Jumilla
632
231,8
27.263
Yecla
956
265,9
35.957
Cieza
1.212
342,8
35.361
Molina de Segura
1.182
152,5
77.493
Jumilla, que tiene un porcentaje algo mayor de población inmigrante que Yecla, deriva menos prestaciones del Ingreso Mínimo Vital, siendo dos municipios con una población media. Por lo tanto, vincular la inmigración con una mayor solicitud del IMV es un error. Además, como hemos mencionado anteriormente, no todas las personas que pueden acceder a la ayuda la solicitan, y esto es lo realmente preocupante.
El acceso a la renta mínima es un derecho de todas las personas que residen en el estado español y que cumplen los requisitos para su solicitud. Aquellos partidos políticos que vierten bulos sobre las ayudas pretenden crear enfrentamientos entre ciudadanos para eliminarlas y sostener las desigualdades sociales y económicas.
La desinformación alimenta estigmas y desconfianza, dificultando que las personas que lo necesiten soliciten la ayuda cuando realmente les corresponde, o que confíen en información falsa que es perjudicial para ellas. Por eso es importante verificar con fuentes oficiales, contrastar datos y buscar asesoramiento fiable.