Cruz Roja desarrolla dos fundamentales proyectos en Líbano y en Tinduf, gracias a la estrecha colaboración y la financiación de la CARM, por medio de su Dirección General de Acción Exterior y Cooperación.
Concretamente, en la ciudad argelina de Tinduf, entre los años 2024 y 2025 se ha implementado un proyecto para "mejorar la seguridad alimentaria, los medios de vida y el sistema educativo del alumnado con discapacidad de los Centros de Educación Especial y Discapacidad Sensorial en los Campamentos de refugiados saharauis"
Durante este año, el objetivo fundamental que ha perseguido el personal de Cruz Roja ha sido garantizar los derechos a la educación básica, la salud, la alimentación y la inclusión social sobre todo de las niñas y niños con discapacidad en los Campamentos de Refugiados Saharauis. El esfuerzo se ha centrado en fortalecer la red pública de centros escolares especializados, concretamente los servicios ofrecidos por los Centros de Educación Especial (CEE) y Centros de Discapacidad Sensorial (CDS), donde se ha puesto en marcha mecanismos para el desarrollo de medios de vida del alumnado discapacitado, mejorando su seguridad alimentaria, así como la promoción de los derechos y la inclusión de las personas con discapacidad, desarrollando los medios de vida del propio alumnado con discapacidad, así como velar por su seguridad alimentaria, implementando acciones de promoción de sus derechos e inclusión en su comunidad.
Con la mejora de la seguridad alimentaria y el acceso a la educación de los niños y niñas con discapacidad en los campamentos de refugiados saharauis en Tinduf se ha logrado también mejorar los servicios de atención nutricional y educativa de este colectivo y fortalecer la red pública de centros educativos especializados allí, mejorando sensiblemente la situación de 375 personas (193 niñas y 182 niños), 2.484 personas si tenemos en cuenta a las familias que se han beneficiado del proyecto, así como 85 profesionales del ámbito educativo y de salud que trabajan con la población saharaui.
La situación humanitaria en Líbano desde octubre de 2023 se ha deteriorado gravemente, asentándose sobre una base de vulnerabilidad preexistente y agravada por múltiples crisis económicas, energéticas, políticas y sociales desde 2019. La escalada del conflicto en septiembre de 2024 ha provocado una catástrofe sin precedentes: más de 3.500 personas fallecidas, alrededor de 15.000 heridas y el desplazamiento de más de 1,1 millones de personas, según estimaciones de organismos internacionales y autoridades libanesas. Además, cerca de 473.000 personas refugiadas sirias y libanesas han huido hacia Siria, donde han sido acogidas por la Media Luna Roja Siria.
La CARM participa en el Programa Estratégico del Servicio de Bancos de Sangre de Cruz Roja Libanesa
En el contexto de destrucción y desplazamiento masivo que se ha instalado en Líbano, Cruz Roja Libanesa (CRL) ha intensificado su respuesta humanitaria. Ha desplegado su red de ambulancias, gestionando 14 centros de desastres, 9 unidades médicas móviles, 36 centros de atención primaria y 13 bancos de sangre. Estos bancos de sangre, cuya gestión y distribución cubre aproximadamente el 33% de las necesidades nacionales, son esenciales para salvar vidas y asegurar tratamientos médicos, especialmente en situaciones de emergencia.
Entre los años 2024 y 2025, Cruz Roja Libanesa ha recogido más de 23.000 unidades de sangre, proveyendo componentes sanguíneos a más de 15.000 personas. Desde el inicio de la escalada con Israel, se distribuyó casi 15.000 unidades de sangre en las áreas más afectadas del sur y la Bekaa. La escasez de sangre en años anteriores ya había provocado la postergación de cirugías, el cierre temporal de centros médicos y la suspensión de tratamientos vitales, afectando especialmente a las mujeres en situación de parto y a las poblaciones más vulnerables.
Cruz Roja Española, con el soporte de la CARM, ha fomentado desde marzo de 2024 el fortalecimiento del Programa Estratégico del Servicio de Bancos de Sangre de la CRL, contribuyendo con fondos y recursos materiales para mejorar la capacidad de respuesta y el abastecimiento seguro de productos sanguíneos en todo el país. Además, se promueven campañas de concienciación comunitaria para fomentar la donación de sangre y movilizar a la ciudadanía, con el objetivo de garantizar stocks suficientes tanto en situaciones regulares como de emergencia