"El principal error que cometen los pacientes tras realizarse un injerto capilar es no seguir las indicaciones médicas, así como golpearse la zona implantada, exponerse al sol o realizar ejercicio físico, ponerse gorras antes de tiempo, no lavarse la cabeza de forma adecuada o no seguir el tratamiento farmacológico pautado", explica la doctora Raquel Amaro, de Hospital Capilar
Cada vez son más los que se replantean realizarse un injerto, y, en ocasiones, se dejan llevar por los mitos que existen en torno a esta intervención. Desde Hospital Capilar, la mayor corporación del sector capilar, señalan que son muchos los mitos que acompañan a los pacientes durante el proceso del injerto, pero que principalmente destacan cuatro:
El injerto es el tratamiento definitivo para la alopecia. Uno de los principales mitos es pensar que el injerto supone una cura para la misma y que una vez está hecho, ya no se cae más el pelo. Ante esto, la doctora Raquel Amaro, de Hospital Capilar, responde que el injerto capilar supone un "parche estético" para rehacer o redensificar zonas donde se ha perdido le pelo nativo; pero la alopecia si no se trata, continúa progresando inexorablemente. Por eso, es preciso complementar el injerto con tratamiento médico.
El injerto capilar da resultados inmediatos. Muchos pacientes creen que el pelo continuará creciendo al salir de la cirugía y que tendrán rápidamente el resultado final, pero la realidad es bien distinta. Como subrayan desde Hospital Capilar, tras la cirugía, el pelo injertado se cae y el proceso de crecimiento posterior es progresivo: los folículos trasplantados comienzan a crecer entre el tercer y cuarto mes.
Todos los pacientes son candidatos a un injerto. Esto tampoco es cierto, porque cada paciente tiene un límite de unidades foliculares disponibles en la zona donante y no todos pueden alcanzar una densidad óptima si esa zona es limitada.
El injerto es tremendamente doloroso. No, se trata de una intervención mínimamente invasiva, realizada con anestesia local. El postoperatorio puede ser molesto, pero no doloroso si se siguen las recomendaciones.
Por otro lado, también son muchos los errores que suelen cometerse en los primeros días tras el injerto. En palabras de la doctora Amaro, el principal error es no seguir las recomendaciones médicas, aunque existen algunos que son muy frecuentes. Uno de ellos puede ser golpearse la zona implantada, sin tener en cuenta que los injertos colocados son muy frágiles y que un golpe puede conllevar la pérdida de folículos, afectando a la viabilidad del implante.
Otro de los errores más comunes es la exposición al sol o el esfuerzo físico temporal, ya que son unos factores que pueden interferir en la cicatrización y perjudicar a la evolución del injerto; así como ponerse gorras antes de tiempo, no lavarse la cabeza de forma adecuada y no seguir el tratamiento farmacológico pautado.
Estas son las pautas que debes seguir si te realizas un injerto
- Son varias las indicaciones básicas que un paciente debe seguir sí o sí después de un injerto:
- Dormir con la cabeza elevada y con el cojín cervical durante los primeros 10 días.
- No manipular agresivamente la zona injertada y evitar traumatismos durante la misma durante el primer mes.
- Evitar el ejercicio físico intenso y cualquier tipo de actividad física que implique aumento de la sudoración.
- No exponerse al sol directo.
- No usar gorro durante los primeros 10 días.
- No usar casco de moto o bici durante el primer mes.
- Seguir la rutina de lavado exactamente como se indica.
- Tomar la medicación prescrita.
- Asistir a los controles médicos programados.
De este modo, la doctora Raquel Amaro, de Hospital Capilar, concluye que es especialmente importante prestar atención a las señales que pueden indicar que algo no está yendo bien en la evolución del injerto: "Por ejemplo, si aparece cualquier signo de infección como dolor punzante, inflamación severa o secreción purulenta, se debe consultar con un médico lo antes posible. Por otro lado, y al margen de una posible infección, también es motivo de acudir a consulta médica obligatoriamente la presencia de costras gruesas que quedan demasiado adheridas y que no se caen tras más de dos semanas, así como ausencia de crecimiento capilar pasados los 4-6 meses".