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Peugeot y el WEC: un pasado de gloria, un futuro de innovación

Madrid, a 14 de abril de 2025 - Con la primera carrera de la temporada ya disputada en Qatar, el Campeonato Mundial de Resistencia (WEC) avanza hacia su siguiente desafío en Imola, donde los equipos continuarán ajustando sus estrategias en una temporada que promete ser más intensa que nunca. Con citas clave como las 24 Horas de Le Mans en junio y el cierre en Bahréin en noviembre, las primeras carreras empiezan a perfilar el estado real de la parrilla, con duelos cada vez más marcados y tecnologías que siguen evolucionando para definir el futuro de la categoría.

El regreso de grandes equipos fabricantes y la consolidación de la categoría Hypercar han elevado la competitividad a niveles inéditos, con un campeonato que no solo es un escaparate de innovación, sino también un campo de batalla donde cada equipo busca marcar la diferencia. Peugeot, con su enfoque innovador y su compromiso con la electrificación, aspira a consolidarse como un referente y demostrar que la resistencia sigue siendo el laboratorio ideal para el desarrollo del automovilismo del futuro.

Desde sus primeras incursiones en la competición de resistencia, Peugeot ha demostrado que no solo compite para ganar, sino para redefinir los límites de la automoción. Con una historia marcada por victorias memorables en Le Mans y una apuesta continua por la innovación, la marca del león ha sabido convertir la resistencia en un verdadero campo de pruebas para su tecnología. Su legado en esta disciplina es un reflejo de su compromiso con el rendimiento, la fiabilidad y la evolución tecnológica.

1. La época dorada: Peugeot y su dominio en Le Mans

El Peugeot 905 y el camino hacia el triplete de 1993

A finales de los años 80, Peugeot decidió embarcarse en la aventura de la resistencia. En 1990, el Peugeot 905 hizo su debut en competición, participando en los 480 km de Montreal y México. Este comienzo no fue sencillo, con una avería en la bomba de combustible que obligó al equipo a retirarse prematuramente en Montreal.

En 1991, Peugeot se comprometió plenamente con el Campeonato Mundial de Resistencia. Si bien el 905 mostró un razonable potencial, enfrentó dificultades en las 24 Horas de Le Mans de ese año, con ninguno de los dos coches que corrían logrando finalizar la carrera.

Reconociendo la evidente necesidad de mejoras, los ingenieros de Peugeot desarrollaron el 905 EVO 1 Bis, una versión evolucionada con mejoras aerodinámicas y un motor más potente. Esta versión optimizada dio frutos rápidamente: el equipo logró un doblete en los 430 km de Magny-Cours y repitió la hazaña en los 430 km de México en 1991.

En 1992, con la moral alta y enfrentándose a duros rivales como Toyota, Peugeot continuó su racha de éxitos. El 905 EVO 1 Bis demostró ser formidable, consiguiendo victorias en circuitos como Donington y Suzuka. Sin embargo, fue en las 24 Horas de Le Mans donde Peugeot consolidó su dominio, obteniendo la victoria y un tercer puesto, lo que subrayó la fiabilidad y competitividad del 905.

El punto culminante llegó en 1993, cuando Peugeot logró un histórico triplete en Le Mans, ocupando los tres primeros puestos del podio. Este logro no solo destacó la superioridad técnica del 905, sino que también marcó el final de una era, ya que el Campeonato Mundial de Resistencia se disolvió posteriormente debido a la retirada de varios fabricantes que optaron por enfocarse en la Fórmula 1.

El Peugeot 908 HDi FAP y la era del diésel

Después de más de una década fuera de la resistencia, Peugeot decidió regresar en 2007 con el Peugeot 908 HDi FAP, un prototipo diseñado para desafiar el dominio de Audi en Le Mans. Este coche marcó una nueva fase en la competición al introducir un motor diésel V12 biturbo, destacando por su eficiencia en consumo de combustible y su resistencia en largas distancias.

Durante los años 2007 y 2008, Peugeot se consolidó como un contendiente fuerte, logrando varios podios en el WEC. Sin embargo, fue en 2009 cuando alcanzó la gloria. En una de las ediciones más reñidas de Le Mans, el 908 HDi FAP se impuso a Audi, poniendo fin a su dominio y demostrando que la tecnología diésel podía ser una alternativa ganadora en la resistencia.

2. Un regreso revolucionario: El Peugeot 9X8 y la nueva era híbrida

El regreso de Peugeot al WEC en 2022

Después de una década fuera de la competición de resistencia, Peugeot anunció su regreso con el Peugeot 9X8, un prototipo diseñado para la nueva categoría Hypercar del WEC. En un mundo donde la electrificación es clave, Peugeot apostó por una propuesta innovadora y radical.

El diseño del 9X8 rompió con las convenciones al prescindir del alerón trasero, una decisión que sorprendió a la comunidad del automovilismo y que reflejaba una estrategia aerodinámica completamente nueva. Además, su propulsión híbrida, que combina un motor V6 biturbo de 680 CV con un sistema eléctrico en el eje delantero, demuestra la clara intención de Peugeot de desarrollar tecnología transferible a sus coches de calle.

Más allá del rendimiento en pista, el 9X8 representa la visión de Peugeot sobre el futuro del automovilismo: eficiencia, sostenibilidad y una apuesta decidida por la electrificación sin perder el ADN competitivo de la marca.

3. Peugeot y el WEC: Un futuro basado en la innovación

El WEC como laboratorio de tecnología

Para Peugeot, el WEC no es solo una competición, sino un auténtico laboratorio de innovación. La extrema exigencia de las carreras de resistencia permite desarrollar soluciones aplicables a los vehículos de producción que luego estarán en las carreteras.

El 9X8 es un claro ejemplo de este enfoque. Su tren motriz híbrido es una evolución de la tecnología que la marca busca implementar en su futura gama de vehículos eléctricos e híbridos enchufables. La aerodinámica, optimizada sin necesidad de un alerón trasero, abre la puerta a nuevas investigaciones sobre eficiencia energética en modelos comerciales.

Además, la resistencia pone a prueba la fiabilidad de cada componente del coche. Los materiales ligeros, las estrategias de gestión térmica y la eficiencia del sistema de propulsión se someten a condiciones extremas, garantizando que cualquier avance logrado en la pista tenga aplicaciones reales en la movilidad del futuro.

El compromiso de Peugeot con el futuro

Peugeot no solo busca ganar carreras; su presencia en el WEC forma parte de una estrategia más amplia hacia una movilidad sostenible. La marca ha declarado su intención de desarrollar tecnologías que reduzcan el impacto ambiental sin comprometer el rendimiento y la emoción de la conducción.

Con el 9X8, Peugeot aspira a recuperar la gloria de sus victorias pasadas en Le Mans y demostrar que la innovación es el camino hacia el éxito. Su regreso no es solo un homenaje a su legado, sino una declaración de intenciones sobre el futuro del automovilismo.

Resistencia, innovación y espíritu

Peugeot ha demostrado a lo largo de su historia que la competición de resistencia no es solo una carrera, sino un concepto que define su ADN. Con sus victorias en Le Mans, la marca consolidó su lugar en la historia del automovilismo, y con el Peugeot 9X8 quiere escribir el próximo capítulo, donde la innovación y la electrificación serán las protagonistas. El legado de Peugeot en la competición de resistencia no es solo una cuestión de pasado, sino la base sobre la que la marca deposita sus ambiciones de cara al futuro.

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