Durante los primeros años de vida, el cerebro de los niños se caracteriza por tener una gran plasticidad, es decir, es extremadamente receptivo a los nuevos estímulos y aprendizajes. Este periodo es fundamental para el desarrollo de las habilidades cognitivas y lingüísticas, ya que el cerebro está en constante construcción y adaptación. Por eso, elegir una escuela infantil americana, asegura un aprendizaje definitivo y natural del inglés desde el principio.
En Casvi International American School saben que el bilingüismo tiene un impacto positivo en estas áreas. Al estar expuestos a dos idiomas desde muy pequeños, los niños no solo adquieren vocabulario, sino que también desarrollan habilidades cognitivas como la memoria, la atención y la resolución de problemas. La exposición temprana a dos lenguas fortalece las conexiones neuronales, lo que, a su vez, fomenta un desarrollo cognitivo más robusto y flexible, capaz de gestionar diferentes tareas y situaciones de forma eficiente.
La adquisición temprana del lenguaje sucede de forma natural, ya que los niños tienen una predisposición biológica para aprender a comunicarse. No obstante, cómo los adultos respondan a dichos intentos de comunicación, puede acelerar o ralentizar el desarrollo del lenguaje.
El entorno lingüístico, la cantidad y calidad de las interacciones y la estimulación verbal juegan un papel fundamental en este proceso. Es decir, si los adultos fomentan un ambiente enriquecedor con frases completas, el niño tendrá más oportunidades de adquirir y perfeccionar sus habilidades lingüísticas.
Antes de que los niños puedan pronunciar palabras, se comunican mediante gestos y señales no verbales. El desarrollo del lenguaje está muy vinculado con el juego. Según Child Mind Institute, el juego simbólico, como usar un plátano como teléfono o una caja como coche, es fundamental para que los niños aprendan a “pensar simbólicamente”, ya que este tipo de pensamiento es la base de su comprensión de que las palabras representan objetos, acciones o conceptos.
Los beneficios del bilingüismo
Desde el año 2010, diversos estudios desmienten la creencia generalizada de que los niños bilingües tienen “desventaja” en comparación con los monolingües. De hecho, estas investigaciones demuestran que el bilingüismo “permite un control cognitivo con mayor nivel, influyendo a nivel estructural y funcional en áreas cerebrales involucradas en la cognición y el lenguaje”, según explica la organización Saera. Asimismo, este manejo de ambos idiomas “facilitará la comunicación entre regiones cognitivas, motoras, sensoriales y perceptuales”, apunta la institución.
Los beneficios del bilingüismo no se resumen en la oportunidad de encontrar mejores oportunidades laborales, sino que también influye positivamente en otras habilidades como en la comunicación y creatividad, la flexibilidad mental; la apertura cultural, la resolución de problemas o el pensamiento crítico. Los alumnos bilingües tienen “un rendimiento académico superior” en materias como la lectura, la escritura y las matemáticas, concluyen numerosos estudios.
Por otra parte, la Coordinadora de la Escuela infantil americana de Casvi Internacional American School, Nicole Batalla, detalla que los niños bilingües suelen ser más curiosos y prestan más atención a los sonidos y palabras: “A veces, puede parecer que tardan un poco más en hablar, pero es porque están procesando dos lenguas al mismo tiempo”.
En ese sentido, el bilingüismo fortalece las conexiones neuronales que ayudan a los menores a gestionar y alternar entre las diferentes lenguas. Esto, conocido como “habilidades de control ejecutivo”, está estrechamente vinculado con la capacidad de ejecutar tareas que requieren una mayor flexibilidad mental, como la multitarea. “Los niños bilingües están acostumbrados a cambiar de idioma según la situación, lo que les ayuda a adaptarse más fácilmente a distintos contextos”, apunta Nicole Batalla.
Según los expertos, la mejor etapa en la que el cerebro puede diferenciar “con mayor facilidad los idiomas” es entre los 6 y los 12 meses. Por lo tanto, este es el periodo en el que el menor está “más preparado para la adquisición del lenguaje”, lo que impulsa el aprendizaje de ambas lenguas.
Nicole Batalla explica que, durante estas primeras etapas, el enfoque que se da a la educación en una modalidad bilingüe es mediante el juego: “Se utilizan canciones, cuentos, rutinas diarias y juegos para que los niños asocien palabras con acciones y objetos”. Asimismo, recalca la importancia de crear ambientes donde los niños se sientan cómodos para hablar, “aunque mezclen palabras o comentan errores, porque así es como aprenden”.
Por su parte, UNIR señala que en el caso de la educación infantil: “Se observa un beneficio mayor en cuanto al aprendizaje de una segunda lengua, debido a que aprenden ambos idiomas como si fuera su lengua materna, absorbiendo la entonación y otras cuestiones mucho mejor que un adulto”. La plasticidad cerebral de los niños les permite aprender los dos idiomas con la misma facilidad con que asimilan su lengua materna, lo que les otorga una ventaja única en cuanto a su desarrollo lingüístico y cognitivo.