En pleno corazón de Navarra, en Zubiri, se encuentra Embutidos Arrieta, una empresa familiar que lleva más de un siglo elaborando productos cárnicos de máxima calidad
Haritz Arrieta, representante de la cuarta generación al frente del negocio, comparte la rica historia y el prometedor futuro de esta emblemática marca navarra.
"Nuestra historia se remonta a más de cien años atrás", comienza Haritz con orgullo. "Hemos pasado el testigo de generación en generación, manteniendo viva la receta tradicional de la abuela y adaptándonos a los nuevos tiempos sin perder nuestra esencia artesanal".
Productos naturales con más de 100 años de tradición
La filosofía de Embutidos Arrieta se basa en el uso de materias primas de máxima calidad y en la elaboración artesanal. "Compramos carne fresca y utilizamos ingredientes naturales. Por ejemplo, nuestra chistorra solo lleva pimentón, ajo y sal, sin conservantes artificiales", explica Haritz. Cada pieza se elabora de manera individual, envuelta en tripa natural, combinando la tradición con las posibilidades que brinda la tecnología moderna.
El cuidado por la calidad es una prioridad. Gran parte de la carne proviene de cerdos de raza Duroc, criados en semilibertad, lo que garantiza un producto de excelencia.
Entre sus productos estrella destaca la Chistorra de Navarra, que forma parte de la denominación de origen. "Participamos en su creación y muy orgullosos de ello", afirma Haritz. Otros productos emblemáticos son el relleno, típico de la cuenca de Pamplona, la morcilla con toques de anís y canela, y las salchichas frescas, muy populares entre los más pequeños. Además, embutidos curados y de caza, sorprenden por su calidad y sabor.
Recientemente, Embutidos Arrieta ha ampliado su gama de productos con la introducción de cachopos, que están teniendo una excelente acogida. "De esta manera, cuenta de que la gente venía a nuestra tienda a comprarlos, así que decidimos ofrecerlos a diferentes establecimientos de Navarra", comenta Haritz.
Compromiso con la innovación y la sostenibilidad
La empresa no solo mira al pasado, sino que también se proyecta hacia el futuro. Hace tres años, realizaron una importante reforma en sus instalaciones para aumentar la capacidad de producción sin perder su carácter artesanal. Además, han lanzado una tienda online para llegar a clientes fuera de sus fronteras tradicionales. "La sociedad evoluciona y la manera de comprar también. La empresa tiene que estar al día", reflexiona Haritz.
El compromiso con la sostenibilidad es otro pilar fundamental para Embutidos Arrieta. Este año han instalado placas solares en el techo de sus instalaciones para reducir su dependencia eléctrica y minimizar su impacto ambiental.
Ubicación estratégica y expansión
La ubicación estratégica de la empresa, en la primera etapa del Camino de Santiago, les permite recibir numerosas visitas de peregrinos que prueban sus productos en el Bar Valentín, adyacente a la carnicería. "Muchos hacen pedidos cuando llegan a sus casas", comenta Haritz con satisfacción.
Mirando al futuro, Embutidos Arrieta busca expandir su presencia más allá de Navarra. "El año pasado participamos en el Salón Gourmet de Madrid y este año volveremos en abril. Se busca encontrar distribuidores en todas las provincias de España", explica Haritz con entusiasmo.
Con más de un siglo de historia a sus espaldas, Embutidos Arrieta demuestra que es posible mantener la tradición y la calidad artesanal mientras se adapta a las demandas del mercado moderno. Su compromiso con la excelencia, la sostenibilidad y la innovación augura un futuro prometedor para esta empresa familiar navarra.