En las empresas, los mandos intermedios son el puente entre la dirección estratégica y los equipos operativos.
Aunque muchas organizaciones invierten en la formación de altos ejecutivos o en el desarrollo técnico de sus equipos, a menudo se subestima el impacto que los mandos intermedios tienen en los resultados del negocio. En el contexto español, donde las organizaciones enfrentan retos como la digitalización, la globalización y la adaptación a un entorno laboral híbrido, formar a los middle managers en habilidades de liderazgo ya no es opcional: es una necesidad estratégica.
Este rol es clave, ya que no solo supervisan equipos, sino que también juegan un papel clave en la implementación de la estrategia corporativa, el compromiso de los empleados y la capacidad de la organización para adaptarse al cambio.
Un estudio de Gallup destaca que el 70% la variación en el compromiso de los empleados está directamente influenciada por el liderazgo de los managers inmediatos.
Beneficios de invertir en su formación
Mejora del compromiso y retención del talento
En España, un estudio reciente de Adecco revela que el 63% los trabajadores consideran el ambiente laboral y el estilo de liderazgo como factores críticos para su satisfacción. Los mandos intermedios que dominan habilidades de liderazgo como la empatía, la gestión del cambio y la comunicación eficaz pueden crear equipos más cohesionados y comprometidos. Esto se traduce en menores tasas de rotación y ahorro en costes de contratación y formación de nuevos empleados.
Facilitación de la transformación organizacional
La digitalización y los nuevos modelos de trabajo híbrido requieren líderes capaces de gestionar equipos en entornos cambiantes. Los middle managers que reciben formación de liderazgo pueden actuar como agentes de cambio, ayudando a sus equipos a adaptarse rápidamente y garantizar la continuidad operativa. Según Deloitte, el 92% las empresas españolas identifica la transformación digital como prioritaria, pero el 45% señala que los empleados necesitan más apoyo para adoptar nuevas tecnologías.
Incremento en la productividad
Un líder capacitado no solo inspira a sus equipos, sino que también optimiza la asignación de tareas y mejora la resolución de conflictos. De acuerdo con un informe de McKinsey, las empresas que invierten en formación de liderazgo observan un aumento promedio del 25% en la productividad de sus equipos.
Construcción de una cultura organizacional sólida
Por último, hay que insistir que los mandos intermedios son los portadores de los valores corporativos. Invertir en su desarrollo fomenta una cultura empresarial alineada con los objetivos estratégicos, lo que resulta en una mejora del clima laboral.
Y no se puede olvidar que en España existe un déficit de liderazgo: Un informe de Randstad señala que el 40% los empleados en España considera que sus managers no tienen las habilidades necesarias para liderar eficazmente.
¿Por dónde empezar?
Evaluar las necesidades actuales: Identificar las brechas de habilidades de los mandos intermedios a través de encuestas y evaluaciones.
Diseñar programas personalizados o apoyarse en expertos como Une Consultores que diseñan e implantan una Formación de Liderazgo adaptada a las necesidades estratégicas de la organización.
Formar a los mandos intermedios en habilidades de liderazgo es una de las inversiones más rentables que una empresa puede hacer, especialmente cuando la retención del talento, la transformación digital y el compromiso de los empleados son desafíos apremiantes.
Este es el momento de apostar por ellos. ¿Está la empresa lista para dar el siguiente paso?