El invierno supone un desafío para los vehículos, especialmente para las baterías, que son esenciales en el arranque del motor y el funcionamiento del sistema eléctrico. Las bajas temperaturas afectan su rendimiento, disminuyendo su capacidad para generar y almacenar energía. Además, los bombines de arranque, fundamentales para activar el motor, pueden sufrir desgaste y complicar el proceso en climas fríos.
En relación con esto, Eginer, una empresa experta en sistemas de cerrajería para vehículos, destaca la importancia de un mantenimiento preventivo para garantizar que estos componentes estén en óptimas condiciones durante el invierno.
Por qué fallan más las baterías de coche en invierno
Las baterías son acumuladores químicos que convierten energía almacenada en electricidad para alimentar los sistemas del coche. Sin embargo, el frío ralentiza las reacciones químicas internas, reduciendo la capacidad de carga. Al mismo tiempo, el motor exige más potencia para arrancar, ya que el aceite se vuelve más viscoso con el descenso de las temperaturas. Estas condiciones, combinadas con una mayor demanda de dispositivos eléctricos como calefactores y desempañadores, explican por qué las baterías tienden a fallar más en invierno.
A propósito de esto, un descenso de 10 grados en la temperatura puede provocar una pérdida de hasta el 20% de su capacidad de carga, lo que significa que tienen menos energía disponible para encender el motor. Esto es especialmente problemático si la batería ya está envejecida o deteriorada, ya que el frío acelera su desgaste y aumenta las probabilidades de fallo.
Otro factor crítico es el estado de los bombines de arranque, que son responsables de transmitir la energía eléctrica al motor. Un bombín desgastado puede generar interrupciones en el proceso de encendido, dificultando aún más el arranque en condiciones de frío extremo. La combinación de estos problemas hace que sea fundamental revisar tanto la batería como los bombines antes del invierno.
Además, el aumento de la demanda eléctrica por el uso intensivo de calefacción, luces y sistemas de descongelación añade presión al sistema eléctrico, exigiendo más de una batería que ya opera con una capacidad limitada. Esta sobrecarga puede agotar rápidamente la energía acumulada y dejar el coche inoperativo en situaciones críticas.
Signos de fallo y mantenimiento preventivo
Reconocer los síntomas de una batería en mal estado puede evitar inconvenientes mayores. Entre los signos más comunes se encuentran arranques lentos, luces más tenues y alertas en el panel de instrumentos. Si se detectan estas señales, es importante realizar una revisión inmediata.
Además, Eginer recomienda realizar un mantenimiento preventivo antes de que comiencen las temperaturas más frías. Esto incluye revisar la carga de la batería, limpiar los terminales para evitar corrosión y comprobar el estado de los bombines de arranque. Aparcar el coche en lugares protegidos del frío extremo, como garajes, también ayuda a preservar la capacidad de la batería y minimizar los efectos adversos del invierno.
Un cuidado adecuado de la batería y los bombines de arranque no solo garantiza un arranque fiable, sino que también previene averías inesperadas.