Un año más, llega al momento de conmemorar el 25 de noviembre, día internacional contra la violencia de género, y, por desgracia, volvemos a constatar que la violencia contra la mujer continúa instalada en la cotidianeidad de nuestra sociedad y de nuestras vidas. Un año más, las cifras terribles de los feminicidios machistas, esas decenas de mujeres masacradas por el simple hecho de ser mujeres, nos estremecen.
Porque, según nos dice María Jesús Fernández Ortiz, portavoz de Podemos-Cieza, "los crímenes machistas son solo la punta del iceberg, hay detrás de ellos mismo todo un entramado de relaciones sociales y familiares basadas en el poder y en la dominación muy potente, culturalmente implantado y tremendamente difícil de desmontar". Mientras este entramado persista, continuará vigente la cultura del patriarcado y "seguiremos llorando y lamentándonos todos los años por los casos de maltrato, de agresiones sexuales y, por desgracia, por los asesinatos de mujeres a manos de sus parejas".
En palabras de esta portavoz, "solo la voz de las mujeres resquebraja la impunidad de los machistas, el grito y la rebeldía femeninas y feministas son el único martillo capaz de socavar y, con el tiempo, demoler el muro de la opresión y de la violencia". En Podemos "nos posicionamos del lado de las mujeres, de sus historias tantas veces silenciadas, y también junto a aquellas que por diversas razones no se atreven, todavía, a hablar". El testimonio, plural y concienciado, de las víctimas de violencias es la materia prima para construir "un feminismo ruidoso y valiente, que no tema incomodar con tal de transformar la sociedad, de forma real y efectiva y no solo en el discurso".
En Podemos "estamos orgullosas de haber contribuido desde la esfera pública e institucional a luchar contra todas las formas de violencia machista, y de haber sido impulsoras de cambios legislativos históricos, como la ley del solo sí es sí, una legislación pionera en el mundo para acabar con la impunidad de las violencias sexuales y dar credibilidad jurídica a la voz de las mujeres, que es el más destacado, sin duda, pero no el único". La confusión interesada en torno a esta ley ha sido un hándicap importante para su desarrollo jurídico y administrativo, y ha dificultado "visualizar la responsabilidad del actual gobierno central en el despliegue de la norma que impulsó el Ministerio de Igualdad de Irene Montero.
Sin su completo desarrollo económico y la implementación de medidas adecuadas, "se está dejando desamparadas a las mujeres que han sufrido o puedan sufrir violencia sexual", por lo que se debe dejar clara la responsabilidad del PSOE y de sus socios en el desarrollo de una ley pionera en la garantía de derechos de las mujeres.
Orgullosas, sí, pero no satisfechas, porque "cambiar la ley es mucho más fácil que cambiar la cultura o derruir relaciones de dominación". Un ejemplo terrible de esto lo hemos vivido recientemente en Murcia, "con el caso de los proxenetas y violadores de niñas que no pisaran la cárcel por una resolución judicial incomprensible".