La crisis energética de 2022 trajo consigo un cambio significativo en el mercado de la biomasa, una fuente de energía natural y sostenible. Durante el pico de esta crisis, el gobierno español implementó una reducción temporal del IVA en la biomasa, una medida que permitió a los consumidores acceder a esta fuente de energía a un precio más asequible. Sin embargo, el pasado mes de julio, el IVA volvió al 21%, lo que ha supuesto un gran incremento en el precio final para el consumidor, afectando directamente la demanda y el acceso de la población a una alternativa energética sostenible.
La biomasa ha sido reconocida como una de las fuentes de energía menos contaminantes, pues su combustión emite únicamente la cantidad de CO2 que el recurso ha absorbido previamente durante su crecimiento. Esto la convierte en una fuente de energía prácticamente neutra en carbono, una opción idónea en la lucha contra el cambio climático. Durante los últimos años, muchas familias y empresas han optado por la biomasa como una alternativa limpia y económica frente a combustibles fósiles. Sin embargo, con la restauración del IVA al 21%, muchos consumidores están reconsiderando su elección.
Este aumento en el precio final representa una barrera significativa, sobre todo cuando otros sectores energéticos mantienen tipos reducidos de IVA. En otros países de la Unión Europea, la biomasa sigue beneficiándose de tipos de IVA reducidos o de exenciones fiscales que ayudan a que su precio sea más competitivo, fomentando así su uso. Las asociaciones de consumidores y fabricantes de biomasa en España han solicitado al gobierno una reconsideración de la carga fiscal sobre la biomasa para que pueda competir de forma justa y atraer a más usuarios.
Además de fomentar un acceso más asequible a la biomasa, una reducción del IVA tendría un impacto positivo en la transición energética y en la mitigación del cambio climático. Al hacer que las energías renovables sean más accesibles y competitivas, España podría avanzar más rápidamente hacia sus objetivos de reducción de emisiones de gases de efecto invernadero y reducir su dependencia de fuentes de energía importadas, sujetas a la volatilidad del mercado global.
Desde Mi Pellet y Más afirman que la reducción del IVA en la biomasa es una cuestión urgente, no solo para aliviar los gastos de los hogares en calefacción, sino también para fortalecer el sector de las energías renovables y la sostenibilidad en el país. Se pide, desde diferentes asociaciones y organismos, al gobierno español considere estas peticiones y tome medidas para garantizar que la biomasa siga siendo una opción asequible, ayudando así a la sociedad a optar por energías limpias y contribuir al esfuerzo colectivo por un planeta más saludable y sostenible.