Se vive en una sociedad, donde la salud y el ejercicio son valores que se consideran fundamentales para el bienestar.
La gente consume alimentos, tratamientos, moda, actividades deportivas, y es sobre este último tema, la actividad deportiva donde se quiere hacer un breve análisis del Hot Yoga y del Bikram Yoga.
El Hot Yoga y el Bikram Yoga se practican en salas con 40 °C de temperatura y 50% humedad.
Práctica Bikram Yoga desde 2015 y ha mejorado de forma muy evidente el estado físico y mental. Reconoce que es el deporte más duro que ha practicado en toda su vida, y que cada clase sigue siendo un reto después de 9 años, un reto donde el cuerpo y la mente superan duras pruebas con cada práctica.
El ser humano tiene que superar retos todos los días, es la única forma para mantener el equilibrio y la evolución físico y mental.
Si se tiene en mente emprender y abrir un estudio de Hot y Bikram Yoga, como ocurre en otras áreas de actividad, las características del local son fundamentales para conseguir que los alumnos sean constantes, las clases estén llenas y el negocio genere beneficios.
Ha estudiado instalaciones de yoga caliente en múltiples países, y la clave está en que estén bien acondicionadas.
Solo unas pocas están bien acondicionadas para hacer este ejercicio, y son aquellas salas con la temperatura correcta, la humedad correcta, el aire con oxígeno, los vestuarios con los espacios limpios y correctos, una decoración amable y elegante, instructores profesionales y un personal de recepción educado y simpático.
Tiene referencias de centros por todo el mundo y es una constante que personas que viajan y que practican en ciudades de América, Europa y Asia, consideran el centro de Hot Yoga Barquillo, 12 en Madrid, el que tiene las instalaciones mejor estructuradas y personal mejor formado y más amable.
Las personas que tengan intención de montar un centro de Yoga caliente pueden ver las características del centro que he mencionado anteriormente para tener la mejor referencia de cómo hacer las instalaciones.
Muchos gimnasios deberían considerar como imprescindible instalar una sala caliente para practicar Yoga, sus socios descubrirían una forma de hacer ejercicio que les fortalece de forma muy evidente, limpiando a través de la sudoración el organismo. En una clase de 90 minutos se pierde 1,5 litros de líquido, el sudor arrastra las toxinas, se fortalece el equilibrio, la concentración y las estructuras físicas y mentales.
En un posterior artículo se comentará cómo hacer las obras e instalaciones para estas salas y/o estudios.