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Carlos I & Felipao presentan una singular edición Limitada que une arte y tradición

Felipao viste la icónica botella de Carlos I en una obra de arte a través del diseño de una edición limitada, con la presencia de su icónica menina que celebra el color y reinvención de un clásico

Carlos I, el reconocido brandy Solera Gran Reserva, presenta su colaboración con el artista español Felipao para dar vida a una edición limitada que une la tradición con el vibrante mundo del arte contemporáneo. Este diseño exclusivo no solo alberga un líquido de excelencia, sino que se convierte en un lienzo que refleja la visión y el estilo único de Felipao.

El principio de esta colaboración tiene lugar en La bodega de Mora de El Puerto de Santa María, el corazón de Osborne. Felipao diseñó y creó una escultura de su icónica menina como centro de este proyecto, que se encuentra expuesta en la bodega. La creación de este diseño representa un proceso personal y artístico para el autor, quien encontró inspiración en los colores y la energía de la bodega de Carlos I, y que posteriormente trasladó a la botella "Los colores que vi en la bodega, desde los tonos dorados del brandy hasta el verde del entorno y las buganvillas rosas, me ayudaron a moldear esta obra", comenta Felipao, destacando cómo la luz y el ambiente influyeron en su propuesta.

La Menina que decora esta edición singular de Carlos I va más allá de ser un simple símbolo. Para Felipao, se trata de una figura que, al igual que el brandy, representa un puente entre la historia y el presente: "Mi menina es moderna, del siglo XXI, igual que el brandy Carlos I, que no se ha quedado anclada en el pasado, sino que ha sabido evolucionar con los tiempos". El efecto que causa la modernización de la Menina es comparable a la transformación del brandy durante los últimos años, que ha pasado de un consumo tradicional a explotar toda la versatilidad que ofrece el brandy a través de la mixología moderna, fresca y sorprendente. El nuevo diseño de Felipao también combina lo clásico con lo contemporáneo, ofreciendo una propuesta que redefine tanto la figura icónica como el propio brandy, creando una conexión profunda entre ambos.

El vibrante color naranja, característico del brandy Carlos I, se mantiene como eje central en el diseño, simbolizando la calidez y la tradición de esta bebida. Sin embargo, Felipao también incorpora nuevos colores alegres, característicos de sus obras, pero en esta ocasión profundamente inspirados en el entorno de la bodega de Carlos I. Colores que evocan frescura y energía, sugiriendo los ricos aromas y sabores que caracterizan a este brandy. Esta combinación cromática no sólo refleja la energía y la vivacidad del lugar, sino que también evoca los sabores y aromas que atesora el brandy Carlos I.

El proceso creativo de Felipao con Carlos I fue un reto que asumió con entusiasmo. "Siempre quise diseñar una botella y su packaging. Era la oportunidad perfecta para mostrar la imagen actual del brandy, transformarlo en algo fresco, cálido y contemporáneo", menciona el artista. Este enfoque innovador también se refleja en los cócteles diseñados para la ocasión, donde los colores juegan un papel esencial, evocando la diversidad sensorial de la bebida. Felipao añade: "Los cócteles como el 'Sunrise' evocan esa sensación de luz y calidez, igual que la botella y el brandy lo hacen".

Al comparar su proceso creativo con el del brandy, Felipao reconoce las similitudes entre ambos. "Elaborar una escultura es complejo, igual que hacer un brandy. Hay muchos pasos detrás de cada obra, desde el moldeado hasta el lacado, y en cada fase hay un nivel de detalle y precisión similar al que se necesita para crear un brandy de calidad", comenta. Esta conexión entre el arte y la elaboración del licor refuerza la cohesión entre la figura de la Menina y el brandy Carlos I, ambos productos de un proceso artesanal minucioso.

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