La vida de Juan y Yolanda ha estado imbuida de un profundo compromiso con una causa noble: rescatar a tantos animales como sea posible. Cada día, estos héroes anónimos dedican las pocas horas que pueden a salvar y proteger a cientos de animales que, de otra manera, estarían condenados a la muerte. Su labor no solo es admirable, sino que también representa un sacrificio personal enorme, ya que ambos trabajan a tiempo completo, con Juan cumpliendo turnos de 12 horas y Yolanda ejerciendo como paramédica mientras persigue su sueño de convertirse en veterinaria. Impulsados por su amor por los animales, han decidido dedicar su tiempo y recursos para brindarles una segunda oportunidad.
Para llevar a cabo esta titánica misión, Juan y Yolanda no están solos. Cuentan con la ayuda de algunos voluntarios y ocasionales donaciones, pero la mayor parte de su esfuerzo proviene de su propio bolsillo. Actualmente, el impacto de su trabajo es notable, habiendo rescatado y cuidado a numerosos animales, pero a medida que el número de rescates crece, también lo hacen las necesidades. Desde la provisión de comida y ropa de cama hasta los gastos veterinarios y los refugios, la lista de prioridades es interminable y el tiempo, un recurso cada vez más escaso.
Al visitar su Santuario de Animales, la situación se vuelve aún más clara. Aunque Juan y Yolanda han hecho un trabajo increíble, han llegado a un punto crítico. Necesitan urgentemente mejorar las condiciones de vida de los animales a su cargo y adquirir los suministros necesarios para brindar un refugio seguro y confortable, tanto en las heladas noches de invierno como en los calurosos días de verano. Con una creciente carga financiera, se encuentran ante la difícil tarea de equilibrar su pasión por los animales con las exigencias de sus trabajos y su vida personal.
En la actualidad, hay una urgente necesidad de materiales para construir mejores alojamientos para los caballos y burros, así como nuevos pisos y refugios para los perros rescatados. Sin embargo, la financiación sigue siendo una barrera. Cada pequeña contribución puede marcar una diferencia significativa, ayudando no solo a proporcionar la nutrición y atención médica necesarias, sino también a proteger a estos animales de las inclemencias del tiempo. La generosidad de la comunidad puede ser el motor que impulse este santuario de esperanza hacia una mejor realidad.
Por ello, hacemos un llamado a la acción. No solo podemos ayudar a Juan y Yolanda a través de donaciones, por pequeñas que sean, sino que también podemos contribuir a compartir su historia para llegar a más personas que compartan su pasión por el bienestar animal. Considera apoyar esta noble causa y hacer una donación a través de su página de GoFundMe. Juntos, podemos garantizar que estos animales queridos reciban el amor, la atención y la seguridad que merecen. ¡Gracias por su tiempo y consideración!