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La Asociación Internacional de Caridad abre su rastrillo solidario anual

La Asociación Internacional de Caridad San Vicente de Paul (A.I.C.) ha abierto su rastillo solidario anual con la finalidad de recaudar fondos para las actividades del colectivo.

La actividad de la A.I.C. se centra en cuatro talleres: uno de ayuda a la infancia situado en la Urbanización Mediterráneo; otro destinado a la alfabetización y a gota de leche ubicado en la Casa del Niño; un tercero en Lo Campano sobre manualidades y alfabetización; y un cuatro denominado “Taller de Santa Luisa de Marillac” donde enseñan a coser, realizan clases de cocina y labores de inserción social en la barriada Virgen de la Caridad (Las Seiscientas).

Según explica la coordinadora del rastrillo, Paloma de Paz, “en dichos talleres, las participantes elaboran productos que son ofrecidos en este rastrillo solidario a cambio de un donativo que oscila entre 1 y 20 euros. El rastrillo lo conforman más de cien objetos donde se pueden encontrar toallas de baño para bebé, baberos, jerseys, cambiadores, arruyos, botitas, vestidos, bolsas de viaje y de pan, agarradores de cocina, manteles y baberos para ancianos, entre otros muchos productos. La finalidad del rastillo es recaudar fondos para ayudar a las personas más necesitadas. Por ello animamos a toda la ciudadanía a que colabore en esta obra caritativa. También es de destacar que todo está hecho a mano y es de primera calidad”.

El rastrillo solidario se encuentra situado en la calle del Carmen nº3 del Casco Histórico de Cartagena (frente a la Iglesia del mismo nombre) y está abierto desde las diez y media de la mañana a la una y media del medio día y, por las tardes, desde las cinco y media a las ocho y  media. El mercadillo finalizará el domingo 2 de junio a la una y media.

Los orígenes de la A.I.C. se remonta a 1617, año en el que San Vicente de Paúl reunió en Châtillon les Dombes (Francia) a un grupo de señoras, estructurando de esta forma las primeras iniciativas de asistencia a las familias necesitadas de la parroquia. De esta experiencia nacieron distintos grupos que rápidamente se difundieron por Europa y sobrepasaron sus confines.

Tres siglos más tarde, en 1971, se creó la Asociación Internacional de Caridades (A.I.C.) reconocida por la Santa Sede. Tiene presencia en el Consejo de Europa y relaciones operativas con la UNESCO. Su finalidad es luchar contra las distintas formas de marginación teniendo como lema “Contra la pobreza, actuar juntos”, recogido en la Doctrina Social de la Iglesia. En la actualidad, la A.I.C. está presente en 51 países donde trabaja de modo altruista para ofrecer una oportunidad a los más necesitados.

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