La vicepresidenta segunda asegura que trabajar en horario nocturno conlleva distintos riesgos para la salud, pero el Gobierno no lo tiene en cuenta en el caso de las enfermeras.
SATSE subraya que si el Gobierno es consciente de la peligrosidad que conlleva trabajar por las noches debería haber posibilitado hace tiempo la jubilación anticipada de las enfermeras.
El Sindicato de Enfermería, SATSE, reclama al Gobierno que sea coherente con su planteamiento sobre los riesgos que tiene en la salud de los profesionales el hecho de trabajar por las noches y posibilite la jubilación anticipada de las enfermeras.
SATSE recuerda que la vicepresidenta segunda y ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, ha manifestado públicamente que trabajar en horario nocturno conlleva distintos riesgos para la salud. Una realidad confirmada por numerosos estudios que inciden en los efectos negativos que tienen las jornadas laborales nocturnas al impedir al organismo adquirir hábitos de sueño, alimentación y descanso.
Por ejemplo, la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sostiene que los profesionales pierden cinco años de vida por cada 15 años de trabajo en turno de noche. De otro lado, un estudio publicado por American Journal of Preventive Medicine concluye que las mujeres que trabajan en turno de noche tienen un 11 por ciento más de riesgo de muerte.
SATSE subraya que si el Gobierno es consciente de la peligrosidad que conlleva trabajar por las noches debería haber posibilitado la jubilación anticipada de las enfermeras, las cuales trabajan durante más de 40 años en condiciones que perjudican su salud física y psicológica. Además, hay que añadir los efectos perjudiciales de trabajar a turnos por los cambios en los ritmos circadianos.
Sin avances
SATSE registró en el Ministerio de Seguridad Social, en octubre de 2021, un exhaustivo informe con toda la documentación necesaria para iniciar el procedimiento que posibilite la
jubilación anticipada de las enfermeras. Desde esa fecha no ha habido ningún avance significativo por parte del Gobierno que se limita a eludir su responsabilidad, apunta.
El Sindicato de Enfermería incide en que la actual Ley General de la Seguridad Social prevé que la edad mínima exigida para tener derecho a jubilación pueda ser rebajada en aquellas actividades profesionales que sean de naturaleza excepcionalmente penosa, tóxica o peligrosa y acusen elevados índices de morbilidad y mortalidad, circunstancias éstas que afectan a las enfermeras.
Desigualdad
SATSE recuerda que distintos colectivos profesionales, como el de los bomberos, mineros, la policía autonómica de Euskadi y Cataluña o los policías locales, han logrado en los últimos años su justa y merecida demanda de adelantar la edad ordinaria de jubilación porque los gobiernos han sido sensibles al reconocimiento de la dureza física de ciertas profesiones, propia de actividades muy masculinizadas.
En cambio, nunca se ha reconocido la penosidad vinculada a la dureza psicológica, la carga mental y la alerta permanente que afecta a las enfermeras, profesión feminizada, y que tiene serias consecuencias en la salud mental y física de estas profesionales.
Por último, el Sindicato de Enfermería incide en que el sistema de jubilación por coeficientes reductores que propone no implica una sobrecarga adicional del sistema público de pensiones ni tampoco de la Seguridad Social, ya que prevé una cotización incrementada que se abonará durante toda la trayectoria profesional de cada enfermera.