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Los jóvenes miopes, en el punto de mira a la hora de desarrollar glaucoma

Las revisiones de los ópticos-optometristas ayudan a detectar al enemigo silencioso. Y es que el glaucoma en sus fases tempranas no produce ningún síntoma visible que haga que el paciente se alerte.

La incidencia del glaucoma juvenil es de 0,32 % por 100.000 personas menores de 20 años. Aunque suele aparecer entre los 5 y 18 años, también se puede presentar más tarde.

6 de cada 10 niños españoles son miopes, es decir, el 62,5% de la población de entre 17 y 27 años padece esta enfermedad, pudiendo derivar posteriormente en otras como el glaucoma.

El Glaucoma es la primera causa de ceguera irreversible en el mundo. Los datos son alarmantes: medio millón de personas sufren de glaucoma en nuestro país, es decir, un 3% de la población española. La tendencia es que esta enfermedad aparezca en pacientes de más de 40 años, pero estas cifras no dicen que los jóvenes no puedan verse afectados.

Las revisiones de los ópticos-optometristas ayudan a detectar al enemigo silencioso. Y es que el glaucoma en sus fases tempranas no produce ningún síntoma visible que haga que el paciente se alerte.

Ester Mainar, Presidenta del Colegio Oficial de Ópticos-Optometristas, explica que "el glaucoma, es una enfermedad conocida porque afecta al nervio óptico, el cual es el responsable de aportar información al cerebro". Además, afirma que "el glaucoma si no es tratado puede llegar a producir la pérdida total de la visión. ¿El principal problema? La ausencia de síntomas. No es hasta que no hay una pérdida repentina de la visión, fuertes dolores en el ojo o en la frente, enrojecimiento ocular, náuseas y vómitos, o visión de arcoíris, cuando el paciente asume que algo va mal y acude a los especialistas".

Glaucoma en jóvenes

Las cifras muestran una tendencia donde el glaucoma suele aparecer a partir de los 40 años, pero en pacientes jóvenes también se encuentra glaucoma, concretamente de dos tipos: congénito, y juvenil.

Estos tipos de glaucoma se suelen identificar en jóvenes miopes. Mainar expone que la relación entre la miopía y el glaucoma se da porque los ojos de una persona con miopía presenta alteraciones que afectan al nervio óptico, el cual es más susceptible a los aumentos de la presión intraocular. La medida de la presión intraocular es casi imprescindible para prevenir el glaucoma. Se puede medir de forma rápida y segura desde la mayoría de establecimientos sanitarios de óptica, por lo que el óptico-optometrista juega ese papel fundamental a la hora de la prevención de esta patología.

Glaucoma pigmentario y miopía

Un glaucoma secundario que toma relativa importancia entre los jóvenes es el glaucoma pigmentario. Se trata de una patología que se asocia a otra causa conocida que acaba derivando en un problema de la regulación de la presión intraocular. "Este tipo de glaucoma se debe a una mala posición del iris que puede rozar con el cristalino. La anatomía ocular del paciente es lo que genera la frecuencia de aparición de esta patología, siendo los pacientes jóvenes varones y los miopes, los más afectados" explica Ester Mainar.

Y es que la miopía ha pasado a ser otra pandemia en la actualidad, en este caso, más silenciosa, pero que ha afectado principalmente a la población más joven. Esta patología afecta al 62,5% de los jóvenes españoles de entre 17 y 27 años, según la OMS. Se estima que 6 de cada 10 jóvenes son miopes, lo que supone que más de la mitad de los niños en edad escolar. Además, las previsiones no son buenas, se estima que en 2050 un 52% de la población será miope, frente al 27% que se estimaba en 2010.

Es importante controlar la miopía, ya que un ojo miope por encima de lo normal puede tener predisposición a desarrollar desprendimiento de retina, glaucoma, maculopatías miópicas, o alteraciones del nervio óptico.

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