Según datos de la Confederación Asperger España, entre 3 y 5 personas por cada 1.000 nacidos tienen Síndrome de Asperger, aunque se trata de datos estimativos ya que no hay registros oficiales

Josué, persona con Asperger, fue ganador del programada "Alta tensión" donde demostró y reivindicó que las personas con neurodiversidad también pueden aspirar y conseguir grandes cosas.

Cada 18 de febrero se celebra el Día Internacional del Síndrome de Asperger, una condición que se incluye dentro de los Trastornos del Espectro Autista (TEA).

"Es importante destacar que actualmente es un concepto que se incluye dentro del espectro autista y aunque hace años se reconocía como categoría diagnóstica propia, hoy en día ya no es así. En este sentido, existe cierta controversia en su uso, ya que, aunque no se contempla actualmente como diagnóstico propio, varias personas que recibieron el diagnóstico de esta condición hace años todavía se identifican con ella y siguen refiriéndose a sí mismas con este nombre", explica Berta Massaguer, Coordinadora de la Unidad de Neurodesarrollo de Ita Salud Mental.

El síndrome de Asperger implica unos niveles de inteligencia situados en la media o superiores a ésta, un nivel de lenguaje adecuado a su edad cronológica o bien con algunas particularidades, como por ejemplo sería el uso de un lenguaje adultiforme y/o complejo. Además, supone ciertas particularidades y dificultades en el área de la comunicación social, la cognición social, presencia de un comportamiento rígido y estereotipado, intereses especiales con una elevada intensidad, etc.

La falta de conocimiento y conciencia sobre esta condición hace que las personas con condición de Asperger muchas veces sean etiquetadas, estigmatizadas y se las trate de una manera diferente por el simple hecho de tener Asperger.

Marta, paciente de la unidad de neurodesarrollo de Ita Argentona explica que "normalmente no me gusta explicar que tengo Asperger a las personas, porque se piensan que es una cosa mala y te rechazan". "Una vez en el cole dijeron 'tienes cara de autista' y eso no tiene sentido porque todos tenemos caras diferentes y no hay una característica física concreta como en otros casos", añade.

Marc, persona que presenta Asperger, coincide en este "miedo" a hacer pública su condición: "me daba miedo a que me rechazasen y me daba miedo no tener amigos por ser autista. Cuando quedaba con amigos no les explicaba que tenía autismo porque se metían conmigo y me hacían bromas "este no va a entender nuestras bromas porque es autista" "este no sabe lo que va a ser algo porque es autista"", relata el paciente de Ita Argentona. Josué, persona con Asperger que asistió al centro de día y rehabilitación laboral de Espartales Sur de la Comunidad de Madrid, gestionado por Grupo 5, también comenta que "en bastantes ocasiones en el pasado he sentido esa sensación de trato diferente, no precisamente, la mayoría de las veces, para bien".

Aún hay mucho desconocimiento por parte de la sociedad cuando hablamos de Asperger: personas asociales, con falta de empatía, problemas para expresarse correctamente, inteligencia superior a la media, creer que el Asperger es una enfermedad; son concepciones que aún hoy en día están presentes en nuestra sociedad. Y nada más lejos de la realidad.

"Primeramente, cabe destacar que, aunque las personas con Asperger pueden tener varias similitudes entre ellas que serían propias del perfil de esta condición, es importante tener en cuenta que cada una de ellas es diferente y tiene sus propios intereses, personalidad, funcionamiento, etc., igual que cualquier otra persona neurodivergente o bien neurotípica.

Muchas de las personas que presentan condición de Asperger tienen deseo social, grupos de amigos y voluntad de encajar a nivel social, aunque a veces no es una tarea sencilla, ya que su forma de procesar la información y su funcionamiento es sencillamente diferente.

Las personas con Asperger pueden tener dificultades a la hora de identificar sus propias emociones y las de los demás, así como gestionarlas, pero no esto no quiere decir que sean personas insensibles. Es cierto que algunas personas con Asperger pueden presentar un vocabulario muy técnico, incluso superior al que le correspondería por edad, o bien tener dificultades para ajustarse a su interlocutor teniendo en cuenta la situación social, por lo que pueden presentar cierta rigidez en este aspecto y ser poco flexibles a su adaptación al entorno" explica Berta Massaguer.

Es primordial visibilizar el Autismo y el Asperger, romper los mitos que se asocian a esta condición, ofreciendo una información transparente, veraz y ajustada, alejada de los tópicos.

"En este sentido, a nivel social, además de visibilizar y concienciar a la población general, es necesario romper las barreras existentes con las empresas y que éstas sean capaces de poner en valor a las personas con Asperger, puesto que presentan un alto potencial y capacidad para resolver con éxito y eficacia varias tareas y procesos, además que pueden aportar una enorme riqueza y potencial a las empresas y a nuestra sociedad en general", comenta la profesional. Según datos de Autismo Europa, entre el 76% y el 90% de las personas adultas con TEA está desempleada y no desarrolla una actividad productiva o laboral", comenta la profesional.

Tanto Marta, Marc y Josué coinciden en que es necesario dar visibilidad al Asperger en primera persona para acabar con el estigma: "las personas que somos autistas tendríamos que hacer charlas a otras personas para que nos puedan entender más y nos podamos introducir mejor en el mundo", explica Marc.

Las personas con Asperger tienen sus dificultades, así como también varios puntos fuertes, como pueden ser la atención al detalle, conocer muchos aspectos sobre sus intereses especiales, capacidad para perseverar, defienden sus ideales y pensamientos con honestidad y firmeza, entre otros.

"A los que sois Asperger y aún tenéis complejos por los prejuicios, no os amedrentéis y sed vosotros mismos. Sois iguales que los demás y lo que piense el resto del mundo de vuestra condición no os haga pensar que no sois válidos para la sociedad. ¡Ánimo!" concluye Josué.