Lideradas por su presidenta Teresa López López, las representantes autonómicas de la Federación de Asociaciones de Mujeres Rurales (FADEMUR) se han dado cita hoy con la responsable de la cartera de Igualdad, Ana Redondo García.
Ante la ministra, las responsables de FADEMUR han llevado los problemas más acuciantes de las mujeres en el medio rural, relacionados con la violencia, la burocracia, la invisibilidad y la disparidad en su situación en cada territorio.
Dada la diferente naturaleza de estos problemas, FADEMUR ha pedido a Redondo que lidere las peticiones frente a los diferentes ministerios competentes “para garantizar los derechos de los más de 3 millones de mujeres que vivimos y trabajamos en los pueblos”.
Violencia contra las mujeres
Entre los principales problemas denunciados hoy por FADEMUR ante la ministra está la debilidad del sistema de geolocalización para la protección contra la violencia machista en los pueblos. “El sistema COMETA tiene muchos fallos que permiten que los agresores sigan ejerciendo violencia psicológica sobre las víctimas”, ha explicado la presidenta de FADEMUR.
La antigüedad de los dispositivos hace que tengan peor conexión y unas baterías obsoletas. En ciertas zonas rurales, además, la brecha digital empeora su funcionamiento. “Por otra parte, los agresores los apagan sin que esto tenga una repercusión en su situación de libertad”, ha dicho López, indignada, señalando el último caso conocido de una compañera de FADEMUR Galicia que denunció recientemente que su exmarido estuvo quince días con el dispositivo apagado. “Son problemas que podemos resolver”, ha sentenciado López.
Burocracia
La falta de adecuación de la burocracia a la realidad de ciertos sectores que emplean a muchas mujeres rurales las expulsa, en ocasiones, del mercado. En este sentido, la presidenta de FADEMUR ha apuntado dos casos paradigmáticos: la cosmética natural y el sector agrario.
“El reglamento para el sector de la cosmética es igual para todos los modelos de producción”, ha señalado Teresa López. “Nuestras artesanas de cosmética natural tienen que cumplir los mismos requisitos que las grandes corporaciones multinacionales, es absurdo. Deberíamos protegerlas, no ponerles escollos”, ha dicho pidiendo a Redondo que medie con el Ministerio de Sanidad en esta cuestión.
A su vez, López ha indicado que “Las explotaciones agrarias más sostenibles son las de las mujeres, pero también son más pequeñas. Quieren trabajar la tierra y conciliar con su vida personal, no pasar 10 horas al día haciendo papeleo”. La presidenta ha informado a la ministra de Igualdad que, desde hoy, las agricultoras y ganaderas que también forman parte de FADEMUR están en las carreteras participando en las tractoradas de la organización agraria UPA. “El cambio climático, el aumento de los costes y el ruido mediático son insoportables. Las compañeras necesitan apoyos y reducción del papeleo que les atosiga”.
Invisibilidad
También en relación al sector agrario, las representantes de FADEMUR han evidenciado ante la ministra las trabas que todavía existen en algunos territorios para aplicar la Ley de la titularidad compartida. “La Ley fue publicada en 2011, pasaron muchos años antes de que abriesen los canales autonómicos para registrarse y todavía a día de hoy hay dos que tienen el registro vacío: Islas Baleares y Comunidad de Madrid”, han denunciado. FADEMUR ha pedido que se apoye esta figura para extenderla también a provincias en las que hay una o ninguna explotación inscrita, como Tarragona.
Justicia sin importar el territorio
Por último, las mujeres rurales han explicado la necesidad de un paraguas que les ampare y blinde sus derechos independientemente de la parte del Estado en la que se encuentren. “En los pueblos encontramos una igualdad a diferentes velocidades. Por ejemplo, las compañeras de Castilla-La Mancha cuentan con un Estatuto propio, mientras que en Aragón el borrador de Estatuto que habían consensuado caduca este lunes y las de Murcia todavía no pueden ni soñar con todo ello”
Por eso, FADEMUR ha pedido a la ministra un Estatuto de las mujeres rurales que garantice que las mujeres rurales tengan los mismos derechos independientemente del momento y del lugar, en referencia a lugares gobernados por “negacionistas de la igualdad”.