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Uso del domicilio familiar en casos de separación

Cuando se produce una separación o un divorcio, uno de los puntos de mayor controversia suele ser el uso del domicilio familiar. Según los especialistas de Villaquirán Abogados, es necesario distinguir el uso de la propiedad del inmueble. En este sentido, el legítimo propietario seguirá siendo el dueño de la misma, pero el uso de la vivienda familiar corresponde a los hijos y al cónyuge que obtiene la guarda y custodia de ellos.

Ahora bien, cuando una pareja sin hijos se separa, el uso de la vivienda corresponde exclusivamente a su titular. Sin embargo, es posible acordar el uso de la misma por un tiempo prudencial por parte del cónyuge no propietario, aunque para esto es necesario que haya alguna circunstancia que lo hiciera aconsejable como, por ejemplo, una enfermedad o incapacidad para trabajar.

El uso del domicilio familiar ante una separación de una pareja con hijos

Cuando un divorcio llega a juicio, los cónyuges pueden llegar a un acuerdo aprobado por un juez. En cualquier caso, el uso de la vivienda familiar y de los objetos de uso cotidiano que en ella se encuentran corresponde a los hijos y cónyuge a cargo de ellos. Esto es así por más que el integrante de la pareja que se debe marchar sea el propietario. En caso de que algunos hijos queden en compañía de uno y los demás a cargo del otro, quien resuelve la cuestión es el juez.

Los letrados de Villaquirán Abogados añaden que, cuando en un caso de este tipo el propietario quiere vender o hipotecar su propiedad, requiere el consentimiento de la otra parte o autorización judicial.

Por otra parte, el cónyuge propietario continúa siendo responsable por los gastos de IBI, comunidad de propietarios y otros, salvo que el otro integrante de la pareja se comprometa al pago de los mismos. En cualquier caso, esto debe quedar recogido en la sentencia o convenio regulador de la separación.

¿Qué sucede cuando la vivienda es de alquiler o propiedad de algún familiar de los cónyuges?

En el caso de que la vivienda familiar sea propiedad de un familiar del cónyuge que debe irse y esta persona quiera recuperar la posesión de la misma, puede iniciar un procedimiento legal llamado desahucio por precario.

Por último, si la vivienda familiar es de alquiler puede ser atribuida, a través de una resolución judicial o convenio regulador, al cónyuge que no figura en el contrato. En este caso, hay dos meses de plazo para comunicar esta situación al arrendador.

Villaquirán Abogados cuenta con un grupo de letrados especialistas en derecho civil con el que es posible resolver cualquier problema vinculado al uso del domicilio familiar u otras cuestiones que se desprenden de una separación o divorcio.

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