Pese a que desde las confederaciones nacionales CEOE y CEPYME se propuso un incremento entre el 3 y el 4% -en consonancia con lo pactado con los sindicatos en el V Acuerdo para el Empleo y la Negociación Colectiva- el Gobierno de la nación y la parte sindical han subido ese porcentaje al 5%, con las consecuencias que esto traerá en la dinámica empresarial.
Hay sectores concretos que se van a ver abocados a pérdidas e incluso al cese de actividad y preocupa especialmente el caso de pymes y autónomos, cuyos costes se multiplicarán por esta revisión.
Este acuerdo se ha alcanzado evitando una vez más la mesa de diálogo social, como viene siendo habitual en el Gobierno que preside Pedro Sánchez. Esto, lejos de generar certidumbre y seguridad, provoca recelo y falta de confianza en la economía española, en especial en los inversores.
Las empresas están haciendo un considerable esfuerzo para seguir creando riqueza y empleo, como así estamos viendo en los indicadores coyunturales del mercado de trabajo. Es la inversión por parte de las empresas la única que garantiza competitividad, productividad, actividad, puestos de trabajo y, por descontado, posibles revisiones salariales al alza en el futuro.
CROEM espera, al igual que sus confederaciones nacionales, que la nueva subida pactada no se traslade a la inflación en un momento en el que la subida de precios parece por fin moderarse y no termine convirtiéndose en factor de riesgo en un escenario de desaceleración económica.