El proceso de valuación de empresas pretende estimar el precio de la misma, mediante la aplicación de conocimientos técnicos y del sentido común, cuantificando los elementos que conforman el capital propio de una compañía, su actividad, su potencialidad o cualquier otra característica que pueda ser valorada.
¿En qué consiste la valuación de una empresa?
Desde el ámbito de las finanzas, el objetivo de principal de las compañías es la “maximización del valor”: las empresas prosperan cuando crean valor económico real para sus accionistas, entendido como su capacidad de crecer, generar y sustentar cash flow y rentabilidades por encima del costo de capital a lo largo del tiempo.
Dentro de este campo de conocimientos surge la valuación de empresas, que intenta obtener una estimación de valor o un rango de valor justificable para el capital propio de la misma. Esta estimación implica llevar a cabo un proceso completo y holístico de análisis, que abarca mucho más que la aplicación de una serie de fórmulas matemáticas (por esta razón suele decirse que la valuación es tanto una ciencia como un arte). Entre otros aspectos claves, incluye comprenderlas principales variables que afectan el accionar de las empresas, tales como las variables macroeconómicas y de la industria y del mercado en el que operan, así como también múltiples áreas de la operatoria y la estrategia de las mismas, tales como sus operaciones históricas, actuales y futuras, sus perspectivas estratégicas y planes, y sus “value drivers”, entendidos como aquellos parámetros de gestión que tienen un impacto significativo en el valor.
Objetivos de la valuación de empresas
Las empresas se valúan por múltiples razones. Entre los objetivos más comunes de valuación se incluyen:
Operaciones de Fusiones y Adquisiciones de empresas (Mergers & Acquisitions)
Soporte de una transacción
Respaldo ante organismos de control o requerimientos fiscales
Planificación estratégica del negocio
Alocación de precios en casos de compra de empresas (Purchase Price Allocation)
Evaluación de estrategias de negocio
Gestión del valor corporativo
Auditorías de compras (Due dilligence)
Obtención de financiamiento y socios estratégicos
Sistemas de remuneración de cargos directivos
Herencias y testamentos
Planificación financiera e impositiva (Tax planning)
Tests de deterioro de valor (Impairment tests)
Dirección y control de gestión
Procesos de arbitraje y pleitos
Si bien en la mayoría de los casos la valuación se suele realizar antes de comprar o vender una compañía, su utilidad transciende esta situación, ya que se trata de una importante herramienta de gestión que permite evaluar las mejores estrategias e identificar los factores que crean o destruyen valor para el accionista. De esta manera, la valuación constituye una guía que ayuda a tomar mejores decisiones en el ámbito empresarial.
Metodologías de valuación
Existen tres metodologías para realizar una valuación estimada del capital propio de una empresa. La primera es la metodología de Descuento de Cash Flow, que determina el valor mediante el valor presente de los flujos de fondos que estima generar la compañía en el futuro, descontados a una tasa de descuento idónea basándose en el riesgo de dichos flujos de caja. Esta es la más recomendada para valuar empresas en marcha y/o con múltiples unidades de negocio.
La segunda es la metodología de múltiplos, la cual determina el valor del capital propio de la empresa mediante la aplicación de múltiplos (coeficientes que permiten realizar un rápido cálculo para estimar el valor de la misma) a alguna variable clave de la compañía sujeta a valuación, tal como las ventas o el EBITDA. En esta metodología existen 2 enfoques: el de compañías comparables y el de transacciones similares.
Por último, la metodología de los activos netos ajustados es la que define el valor del capital propio a través de la estimación de los valores de mercado de cada activo identificado, neteados contra los valores de mercado estimados de todo pasivo existente o potencial, de manera que se pueda determinar el valor de su capital por diferencia.
Para concluir, la valuación de empresas es de gran utilidad, porque es una herramienta de gestión importante que permite a los miembros de la empresa analizar las mejores estrategias e identificar los factores que crean o destruyen el valor para el accionista.
Acerca del autor
Federico Orsi, CFA, es un profesional con amplia experiencia y académica en temáticas de valuación de empresas y procesos de fusiones y adquisiciones (M&A).