Las tecnologías verdes serán las grandes protagonistas del año.
El papel de los hogares como productores de energía será vital para asegurar alcanzar el objetivo de triplicar las energías renovables en 2030.
Con la firma del histórico acuerdo en la Cumbre del Clima para comenzar a eliminar progresivamente los combustibles fósiles las energías renovables se han convertido en un elemento clave. Si el acuerdo se cumple, en el caso de España supondrá que alrededor de 4 millones de hogares serán autosuficientes energéticamente e independientes de la red eléctrica para 2030. Según Otovo, empresa líder en autoconsumo solar residencial, este cambio comenzará a producirse a partir de principios de 2024, un año marcado por el auge de las energías renovables que estará marcado por las siguientes tendencias.
1. Subida del precio de la luz - El estallido del conflicto en Israel, país productor de combustibles fósiles, junto a la guerra de Ucrania, podrá aumentar hasta en un 30% el importe de la factura eléctrica para los ciudadanos europeos. Un incremento, que, en el caso de España, no será tan relevante como la extinción progresiva de la rebaja del IVA en la factura eléctrica o la eliminación del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica, lo que supondrá una subida de casi el 20% en el importe final a lo largo del año, a pesar del reciente anuncio de limitar la subida inicialmente al 10%.
2. Ocasión para invertir en autoconsumo - Al contrario que otras fuentes renovables, los almacenes europeos acumulan más de 80 GW de paneles solares, cantidad que puede dar respuesta a la demanda de los próximos dos años. Esta es una oportunidad para los propietarios, quienes verán a su favor esta abundancia, pues el precio de los paneles de autoconsumo caerá más del 50% respecto al 2023.
3. Impulso de las tecnologías verdes - Los paneles fotovoltaicos, vehículos eléctricos, bombas de calor y las baterías representan el futuro del mercado eléctrico. Se estima que para 2024 se realicen más de 6 millones de instalaciones en Europa de este tipo de tecnologías (2 millones de paneles solares, 1 millón de calentadores, 0,5 instalaciones de baterías y la adquisición de 2,5 millones de vehículos eléctricos). En el caso de España, tendrá especial importancia la instalación de bombas de calor, pues según las normativas de la Unión Europea (UE), todas las calderas que se instalen a partir de 2024 no podrán ser de gas. Así como un auge de los vehículos eléctricos dadas las restricciones medioambientales para la circulación en el centro de los núcleos urbanos y el progresivo incremento de la red de recarga.
4. Aumento de la inversión en baterías. Al igual que los paneles solares, estas cada vez son más asequibles y fáciles de mantener. Con esta oportunidad, los propietarios podrán ser independientes de la red eléctrica gracias a su uso. Además, los hogares que opten por esta tecnología aumentarán la capacidad energética a un 80-90% frente al 40-50% que se puede hacer sin ella.
5. Popularización de los vehículos eléctricos con carga bidireccional. Varios fabricantes de vehículos eléctricos apuestan por este tipo de modelos que permitirán a las familias usar la batería de sus coches como generador de electricidad para cargar otros dispositivos.
6. Conversión de los hogares en hubs energéticos. Ahora que los consumidores también pueden ser productores, tienen la posibilidad de contribuir al mercado eléctrico. No solo podrán optimizar su consumo y producción, sino también minimizar la exposición a la volatilidad de los precios al poder verter en la red el excedente que produzcan, creándose así redes complementarias a la distribución tradicional.
7.Independencia de los combustibles fósiles. La COP28 culminó con el primer acuerdo global para abandonar el uso de combustibles fósiles y apostar por triplicar la capacidad de las energías renovables. Un objetivo en el que los hogares son una pieza fundamental, ya que son quienes deben poner a disposición de las centrales el excedente de energía de las baterías y paneles fotovoltaicos de sus casas para ayudar a expandir el fenómeno. Y, en el caso de España, ayudar a paliar la escasez de infraestructuras que presenta la configuración de las redes eléctricas.
8. Crecimiento de la oferta laboral. A pesar de las noticias sobre despidos en el sector energético, la energía solar continuará en auge. Durante el 2022, el sector alcanzó 648.000 trabajadores, cifra que en 2023 se estima que se acerque a 800.000 personas y que se dispare hasta los 1,2 millones para 2027 en Europa. Un mercado en el que España, como país con gran abundancia de luz solar, tiene un gran potencial y dado nuestro relativo retraso de desarrollo, permite ofrecer todavía una mayor oportunidad.
9. Subsidios e incentivos. El 2024 será un año crucial en el que los gobiernos deben apostar por la transición energética. En el caso de España, estos recaen en los gobiernos autonómicos y ayuntamientos, quienes gestionan las deducciones en materia de IRPF, IBI e ICIO correspondientemente. Asimismo, los propietarios que decidan apostar por la energía solar, contarán con la recepción de los Next Generation, en el intento de la Unión Europea por avanzar hacia la descarbonización. Esta es una gran ayuda, que aunque en muchas ocasiones no son necesarios estos subsidios para dar rentabilidad, impulsan el interés y ponen el foco donde es más necesario y ayudarán a todos a saber de un vecino o conocido que esté ya utilizando con éxito y ahorro sus paneles.
10. Dependencia del mercado asiático. Actualmente, Asia concentra el 95% de la producción y materias primas necesarias para producir los equipos y dispositivos que generan energía solar. A tal efecto, el empeño de muchos políticos de una industria europea capaz de hacer frente a esta producción, será ineficaz para 2024. No obstante, será crucial una política de dos caminos que asegure la oferta del mercado asiático, mientras que el continente europeo desarrolla sus propias capacidades.
"En el caso de España, el autoconsumo es la solución para afrontar la subida de los precios energéticos que se presentará en 2024. Desde 2022, el estado ha paliado las facturas de los hogares con medidas como la reducción del tipo de IVA (5% frente al 21%) o la eliminación del Impuesto sobre el Valor de la Producción de Energía Eléctrica. Unas medidas, se prolonguen o no en el corto plazo, no son soluciones para el largo plazo. Ante esta situación, las familias tienen otras alternativas, como la instalación de tecnologías verdes como placas solares y baterías para poder abastecer de una forma económica y sostenible sus hogares", señala Iñigo Amoribieta, director general de Otovo.
Objetivo en el que compañías como Otovo son actores clave, al permitir que las familias puedan implementar tecnologías verdes como paneles solares y baterías tan solo por 500€ anuales, si se opta por el alquiler o desde los 4.000?€ (según la región en la que la vivienda esté ubicada) y les ahorren cantidades importantes desde el primer mes, con rentabilidades por encima del 10% anuales. Una implementación inteligente que aportará un gran beneficio tanto económico como ambientalmente a las familias que apuesten por estas tecnologías.