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La trampa digital; ´estoy conectado, luego existo´

Si bien el desarrollo tecnológico resulta efectivo para diversas acciones, como el aporte a la ciencia, la posibilidad de conectarse con familiares que se encuentran lejos, o la ventaja de agilizar una tarea laboral, las plataformas digitales también representan un peligro constante por el tiempo que se les dedica.

En este sentido, vale la pena reflexionar sobre el concepto que se conoce como trampa digital “estoy conectado, luego existo”, palabras que marcan un paralelismo con la popular frase del filósofo René Descartes, “pienso, luego existo”. Desde Ohana Psicología, tienen como propósito alcanzar el equilibrio emocional que se pierde por el frenesí de las redes sociales y la era digital.

La trampa digital, el concepto de Ohana Psicología para explicar cómo las plataformas digitales afectan la vida social del ser humano

Los dispositivos móviles y el ordenador parecen estar ganando la batalla en este nuevo mundo, donde las personas se sienten cada vez más pendientes de estos aparatos, hasta el punto de que no pueden pasar ni un día sin navegar en la red.

Las plataformas digitales dominan el día a día de las personas, afectando su vida social de una forma exponencial. En esta lógica, son múltiples los ejemplos que afirman la idea de “mejor me quedo en casa” por encima de la posibilidad de encontrarse con amigos en un bar o una casa particular. Es decir, tanto los jóvenes adolescentes como los adultos, suelen planificar gran parte de su rutina incluyendo la actividad en línea, dejando de lado otras ideas como salir a correr, visitar una casa de campo o viajar.

Ante este escenario, queda demostrado que las nuevas tecnologías han transformado por completo la forma de vivir en sociedad y particularmente la vida personal de los seres humanos, alterando la percepción del tiempo y priorizando en muchos casos la existencia virtual antes que el mundo real.

La importancia de encontrar el equilibrio emocional para evitar la adicción digital según Ohana Psicología

Teniendo en cuenta que las plataformas digitales provocan una adicción incontrolable, resulta clave establecer límites que permitan alcanzar el equilibrio emocional para evitar la debacle mental que deriva en enfermedades como los trastornos de ansiedad, la depresión o la baja autoestima.

Desde Ohana Psicología tienen por objetivo llamar a la reflexión sobre el peligro que ocasiona el concepto conocido como trampa digital, “estoy conectado, luego existo”, afirmando que el desafío está en reconectar con la vida real, mediante charlas con amigos, caminatas o encuentros familiares.

Así como el desarrollo tecnológico puede ser el principal aliado, también puede convertirse en el peor enemigo. Siempre existe el tiempo para poner una pausa, y pensar en lo que verdaderamente importa; la vida en sociedad.

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