¿Qué aficionado a los coches no ha soñado alguna vez con ponerse al volante de un Lamborghini o de un Porsche 911? Tanto la marca italiana como el coche alemán cumplen 60 años en 2023, la misma efeméride que Euromaster, especialista en el cuidado y mantenimiento integral del vehículo. Y otro punto en común, el neumático. Para aquellos afortunados que puedan conducir un deportivo, hay hasta tres tipos de cubiertas y es preciso identificar la correcta en función del uso real que se le vaya a dar.
Neumático de circuito con homologación para la calle: es un tipo de neumático muy particular, pues su compuesto y sus características permiten extraer todo el potencial de un deportivo en un circuito de carreras. No obstante, este tipo de ruedas también cuentan con homologación para el tráfico abierto, pero mantienen sus “genes” de competición.
De calle o carretera con homologación para circuito: sería el caso contrario al anterior, en este caso, en su construcción prima ofrecer un buen comportamiento del neumático según las características concretas de las carreteras, pero además, tienen ciertos componentes que les permiten obtener la homologación necesaria para poder usarlos en un circuito.
Para coches deportivos híbridos y eléctricos: con la llegada de las nuevas formas de movilidad más sostenibles y eficientes, cada vez hay más coches de altas prestaciones con tecnología híbrida o, incluso, 100% eléctrica. En este caso, sus neumáticos presentan unas características de lo más especiales, pues son capaces de soportar un gran peso además de ofrecer un buen agarre ante las aceleraciones fulgurantes que suelen tener este tipo de vehículos, que entregan todo el par motor (la “fuerza” del coche) nada más pisar el acelerador.
En definitiva, equipar un modelo de neumático deportivo que no se adapta a las necesidades reales incide directamente en la conducción o en el comportamiento del propio coche y, por ende, en su mantenimiento.
Asimismo, desde Euromaster señalan que el montaje de este tipo de cubiertas entraña cierta complejidad, pues tienen un perfil muy bajo en la mayoría de los casos, un factor que implica emplear unas máquinas especiales y, sobre todo, que el profesional tenga un alto grado de cualificación.