La educación financiera puede ser uno de los mejores compañeros en las diferentes etapas de nuestra vida, ya que nos ayuda a tomar decisiones acertadas sobre nuestro dinero, que nos permitirán vivir mejor. Una buena formación a este respecto en nuestros primeros años sentará las bases de una vida financiera saludable.
Manuel Alonso, director comercial y consejero de OVB España, compañía especializada en planificación financiera de particulares, analiza la importancia de esta educación en los diferentes momentos de la vida, haciendo hincapié en la edad temprana, ya que un buen inicio conformará una buena base para el resto del camino.
Etapa escolar (niñez/adolescencia): A priori puede parecer que es demasiado temprano para comenzar con la educación financiera, pero integrarla en el juego hará que afiancen hábitos y conceptos de manera natural.
Aplicaciones como "PiggyBoat", "MyMonii" o "Bankaroo" permitirán a los más pequeños aprender sobre ahorros, presupuestos y manejo del dinero de una manera interactiva y divertida.
Además de estos juegos virtuales los tradicionales como el Monopoly, conocido por todos, nos ayuda a entender el manejo del dinero, hacer transacciones y tomar decisiones financieras en familia. Crear dinero ficticio y hacer que los niños tengan que utilizarlo para comprar algo que les gusta o hacer un regalo a mamá o a papá, les hará sentirse seguros e importantes, mientras se divierten y aprenden el valor del trabajo y del dinero.
Etapa universitaria (joven adulto): En esta etapa de la vida, los hábitos financieros dejan de ser un juego para empezar a tener aplicaciones reales. Si se opta por un préstamo estudiantil durante esta etapa, es crucial aprender cómo manejar la deuda y cómo establecer un historial crediticio saludable. También es importante entender los conceptos de inversión y planificación para el futuro, como la creación de un fondo de emergencia y la planificación de la jubilación, aunque aún parezca muy lejana.Etapa laboral (adulto): Aterrizamos en la verdadera vida adulta. Es el momento de poner en acción todos los aprendizajes previos de manera real. Por fin contamos con nuestro propio dinero…pero también empezamos a tener verdaderos gastos. Por ello es esencial comprender el manejo de las finanzas personales diarias, como el presupuesto, el ahorro y las inversiones. También es recomendable conocer los diferentes tipos de seguros (vida, salud, hogar, etc.) y cómo proteger tus ahorros. Contar con el asesoramiento adecuado puede ser muy ventajoso en este momento del camino, para poder optimizar nuestros activos.Etapa de prejubilación (madurez): A medida que te acercas a la jubilación, es importante evaluar tus ahorros y cómo generar ingresos pasivos para mantener tu estilo de vida en un futuro cada vez más cercano.
Conocer las opciones de planes de pensiones y estar al tanto de los cambios en la legislación financiera y cualquier beneficio fiscal al que puedas tener derecho nos facilitará el siguiente paso.
Etapa de jubilación: Haber cumplido nuestros objetivos en salud financiera en las anteriores etapas del camino nos hará llegar a esta última parada recogiendo los frutos que nos permitirán poder disfrutar de nuestro bien merecido tiempo libre. Para poder mantener el estilo de vida deseado, es fundamental gestionar y hacer un seguimiento de nuestras inversiones, planificar la distribución de activos y controlar cuidadosamente los gastos.
La educación financiera es un proceso continuo que nos facilitará la travesía de la vida. Siempre es útil buscar información actualizada y asesoramiento profesional cuando sea necesario para disfrutar del camino.