Septiembre es un mes clave para el mercado del alquiler, ya que éste se reactiva con el fin de las vacaciones, el inicio del curso académico y puestos de trabajo nuevos. Más allá de la dificultad para encontrar pisos con una buena relación calidad-precio, especialmente en las grandes ciudades, el proceso de alquiler conlleva riesgos, tanto para inquilinos como propietarios. Los arrendatarios se ven expuestos a estafas, muy frecuentes en plataformas online, mientras que los propietarios se encuentran con el riesgo de tener inquilinos problemáticos (morosos, deudores, malos pagadores, okupas, etc.).
Para evitar problemas en el proceso de alquiler, Jaime Aparicio, CEO de la proptech Blas, da algunas recomendaciones tanto a inquilinos como a propietarios. En primer lugar, para el inquilino, es muy importante:
Comunicarse directamente con el propietario: se debe intentar establecer una comunicación directa con el propietario antes de hacer cualquier pago, así como preguntar cualquier duda sobre la propiedad, las condiciones de alquiler y las políticas de cancelación. Una comunicación fluida y clara es una señal de confianza.
Revisar todas las cláusulas del contrato de alquiler: debemos solicitar al propietario un contrato de alquiler detallado que especifique los términos y condiciones del alquiler, incluyendo fechas, tarifas, depósito de seguridad, políticas de cancelación y cualquier otro detalle relevante. Es importante leer y comprender completamente el contrato antes de firmarlo o realizar cualquier pago.
No dejarse llevar por ofertas demasiado buenas, investigar la propiedad y no realizar pagos por adelantado: se debe desconfiar de precios excesivamente bajos y comparar los precios de otras propiedades similares de la misma área.
Por otro lado, el propietario también debe tomar precauciones para evitar inquilinos problemáticos tanto por temas de impago como por ocupación o conductas incívicas:
Solicitar referencias: es importante que el inquilino tenga una actitud respetuosa con los vecinos y mantenga la vivienda en buen estado. Para ello, si anteriormente ha alquilado un piso, se aconseja pedirle referencias de los propietarios anteriores.
Solicitar pruebas de solvencia y comportamiento financiero: es muy recomendable pedir al futuro inquilino documentación que acredite su solvencia, como el contrato de trabajo o las últimas nóminas.
Contratar un seguro de alquiler: se recomienda tener un seguro de alquiler de vivienda con una buena cobertura, que incluya protección al propietario frente al impago del alquiler, defensa jurídica frente a conflictos derivados del contrato, daños materiales y asistencia en el hogar.
En definitiva, es muy importante tanto para inquilinos como propietarios estar atento a las señales de alerta si algo no parece correcto o genera sospechas en cualquiera de las partes.
Tecnología: una aliada para evitar problemas
El uso de plataformas de confianza es clave para evitar problemas durante el proceso del alquiler.Hoy en día, existen herramientas con las que es posible encontrar a tu inquilino o propietario ideal con garantías y seguridad, introduciendo la confianza como pieza clave en la relación entre ambas partes.
Para el mercado inmobiliario español, se ha creado la plataforma Blas, cuya principal apuesta es la tecnología de la identidad y reputación digital. Así, han desarrollado un pasaporte de identidad digital (Pasaporte Blas) a través del cual se genera un perfil al usuario en el que se verifica su identidad, se analiza su reputación online, la compatibilidad de intereses y preferencias entre propietario e inquilino; y, en el caso de los inquilinos, se realiza, además, un análisis y verificación de su solvencia y comportamiento financiero. Esto facilita que propietario e inquilino se conozcan antes de cualquier visita, reserva o formalización de ningún contrato, permitiendo al inquilino saber en cuestión de segundos si está cualificado para ese alquiler y al propietario solo comunicarse con aquellos candidatos cualificados que realmente le interesan.