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Menos del 12% de los niños desayuna adecuadamente antes de ir al colegio

Por lo general, los niños no consumen las cinco raciones recomendadas de frutas y verduras al día

Involucrarse en la cocina, ofrecer varias opciones saludables y utilizar platos creativos son algunas de las estrategias para que un niño coma sano. 

Algunos alimentos adecuados para un buen almuerzo: Fruta y batidos de frutas, palitos vegetales, pan integral con aguacate y tortilla de avena. 

Los helados, los batidos de chocolate y las patatas son algunos de los alimentos más consumidos entre los niños durante la época de verano.. Pero el final de vacaciones no solo supone la vuelta al cole sino también la vuelta a la rutina y con ello, empezar con las dietas y la alimentación sana. En este contexto, solo el 11,7% de los niños desayuna correctamente antes de ir al colegio, según un barómetro de ColaCao sobre hábitos de desayuno infantil. Asimismo, no suelen consumir las cinco raciones recomendadas de frutas y verduras al día, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Alimentación en la Población Infantil y Adolescente, lo que puede desarrollar problemas como la obesidad, la diabetes o complicaciones cardiovasculares. 

“Una alimentación equilibrada y nutritiva es esencial para el crecimiento, desarrollo, rendimiento académico y bienestar físico y mental de los niños. Fomentar hábitos alimenticios saludables desde temprana edad contribuye a una vida activa y sana y ayuda a reducir el riesgo de desarrollar enfermedades crónicas en un futuro”, asegura Ainhoa Fernández, responsable editorial de Campus. 

Promover una rutina de dietas saludable en los más pequeños puede ser un desafío. Por ello, los expertos de CEMP y CAMPUS brindan algunas de las estrategias clave para que los niños consuman comida sana de la manera más fácil: 

Ser un modelo a seguir: Los niños tienden a imitar los comportamientos de la gente más mayor, así que es importante comer de manera saludable y variada. Si ven que tú disfrutas de alimentos sanos, ellos también lo harán. 

Introducir gradualmente nuevos alimentos: Introducir nuevos alimentos poco a poco, de tal manera que las primeras dietas no sean todo verde. Combinar una pieza de pescado con unas patatas, por ejemplo, puede ayudarles a comérselo antes que si es pescado solo. 

Hacer que la comida sea divertida: Ofrecer comida de forma creativa y divertida, ya sea en platos que a ellos les gusten mucho o comprarles uno nuevo que les haga ilusión. Crear combinaciones atractivas y coloridas puede hacer que su comida sea más placentera. Por ejemplo, a los niños les gusta mucho la sopa con pasta de letras porque así pueden buscar su nombre y distraerse mientras comen. 

Involucrar a los niños en la cocina: Dejar que tus hijos te ayuden a preparar comidas. Cuando participan en la preparación, es más probable que se sientan emocionados por probar lo que han cocinado ellos mismos. 

Ofrecer opciones saludables: Proporcionar opciones saludables para que ellos elijan entre todos los alimentos. Por ejemplo, puedes preguntarles si prefieren un plátano o una manzana o, de verduras, una zanahoria o un tomate.

Limitar las opciones poco saludables: Asegúrate de que las opciones poco saludables, como snacks altos en azúcar o grasas, no estén fácilmente disponibles en casa. Hay que darles únicamente en fechas festivas o como premio por haber hecho algo correctamente. De esta manera, verán que este tipo de comida sólo la pueden consumir de vez en cuando. 

Hacer recetas saludables deliciosas: Es muy importante buscar deliciosas recetas saludables y que incluyan ingredientes nutritivos que se puedan preparar en casa. Puedes buscar opciones que sean atractivas para los niños y que incluyan ingredientes nutritivos. 

Ser paciente y persistente: Cambiar los hábitos alimenticios lleva tiempo. Por ello, hay que ser paciente y persistente en tus esfuerzos para fomentar una alimentación más saludable en tus hijos. 

“Además de proporcionar a los niños dietas saludables, es muy importante planificar unos horarios regulares para las comidas y las meriendas ya que esto puede ayudar a que los más pequeños desarrollen hábitos alimenticios más sanos”, indican desde el equipo editorial de CEMP.

Es muy importante preparar una comida adecuada para los niños ya que los alimentos saludables proporcionan los nutrientes necesarios para fortalecer su sistema inmunológico. Fruta fresca, palitos vegetales, rollitos de jamón y queso, pan integral con aguacate, tortilla de avena, yogur con granola, galletas integrales y barritas de cereales caseras son algunas de las opciones clave para una buena merienda o desayuno.

Además, involucra a tus hijos en la preparación y elección de las meriendas para que se sientan más interesados y motivados a comer de manera saludable.

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