Un estudio realizado por la Universidad de Colorado concluyó que los estudiantes perdieron entre el 25 y el 30% del aprendizaje de su año escolar durante el verano.
Las vacaciones de verano son el momento ideal para que los niños y niñas puedan dedicar más tiempo, fuera de las aulas, a aficiones que no se tratan en profundidad durante el periodo lectivo.
Barcelona, 21 de junio de 2023 Las puertas de las aulas se cierran esta semana en la mayor parte del país, dando paso al periodo vacacional más largo de los escolares: las vacaciones de verano. De hecho, España está en el grupo de los países europeos con las vacaciones estivales con más días seguidos, por encima de Francia, Grecia o Alemania. Los niños pasan de tener una rutina diaria a contar con tiempo libre durante prácticamente tres meses.
En este contexto, un estudio realizado por la Universidad de Colorado concluyó que los estudiantes, en promedio, perdieron entre el 25 y el 30% del aprendizaje de su año escolar durante el verano. Teniendo esto en cuenta, muchos expertos así como los propios padres y madres se plantean todos los veranos la misma pregunta: Después de un intenso curso, ¿se aconseja que los escolares sigan realizando tareas o es mejor que desconecten para recargar pilas para el próximo curso?
Louisa Rosenheck, directora de Pedagogía de la plataforma de aprendizaje y participación Kahoot! considera que "el aprendizaje nunca se detiene, y el verano es la oportunidad perfecta para aprender cosas diferentes de las que se enseñan en la escuela y consolidar los contenidos adquiridos durante el año".
Comunicación para entender sus intereses
Prestar atención a las palabras de los más pequeños ayuda a entender lo que necesitan en cada momento. Si ellos pueden elegir lo que les interesa, el aprendizaje se convierte en algo divertido y significativo. En este sentido, las vacaciones de verano es un momento ideal para que los niños y niñas puedan dedicar más tiempo a aficiones (astronomía, deportes, naturaleza, lectura…) que no se tratan en profundidad durante el periodo lectivo.
Más del 60% de los padres aseguran querer aprender más sobre los intereses de sus hijos y muchos dicen que sus hijos se emocionan cuando ellos, como padres, se interesan o muestran conocimiento sobre algo que les gusta a sus hijos. De hecho, entre ellos, la gran mayoría (casi 3 de cada 4) lo consideran un hito en el crecimiento de sus hijos, según la encuesta realizada por Kahoot! a 2.000 padres y sus hijos.
Por ello, la comunicación entre el menor y los padres y madres es fundamental. Fijar unos objetivos en común y establecer un calendario consensuado para ponerse de acuerdo con las expectativas consiguiendo así fomentar la motivación en el periodo estival. Del mismo modo, hay que reconocer el valor del aprendizaje práctico y lúdico, ya sea construir una cabaña o practicar deporte.
Establecer espacios de aprendizaje diferentes
Los menores necesitan romper con el periodo lectivo, tomarse un descanso de la estructura y las exigencias de las tareas escolares. Ante esto, el verano es una oportunidad para aprender habilidades distintas fuera de las aulas: desde habilidades sociales a creatividad o actividades al aire libre, como acudir a campamentos de verano, ir a la piscina o pasear por el campo.
"Es posible experimentar otro tipo de competencias educativas dejando a un lado el sistema tradicional. Cualquier actividad que los niños elijan por sí mismos fomentará su motivación y eliminará la presión de la escuela y las notas", afirma Roshenheck. Por ejemplo, si le gusta la música, esta época es perfecta para ir a campamentos musicales, si le gusta el arte, es momento de hacer planes en museos o si le gusta la escritura, se le puede incentivar a tener su propio diario.
La tecnología, un recurso más para repasar lo aprendido
Según afirma Roshenheck, "los cuadernillos de verano deben tener su lugar, pero, lo que más motiva a los niños son las actividades sociales y los juegos digitales, por lo que debe haber un equilibrio entre ellas. Los padres pueden elegir aplicaciones que abarquen los mismos conceptos y participar con sus hijos en familia para consolidar y ampliar el aprendizaje como si de un juego se tratara".
Métodos de aprendizaje innovadores como Kahoot! Kids se han convertido en un recurso educativo ideal para repasar los conocimientos adquiridos durante el curso ya que construye habilidades básicas en los niños como aprender a leer con la aplicación educativa Poio a través del juego o incluso recrea juegos matemáticos intuitivos que consiguen despertar la capacidad intelectual de los más pequeños a través de plataformas como DragonBox.
Fijar más tiempo de calidad
En cuanto a la planificación, la experta pedagoga insiste en que "no se debe forzar a los menores a dedicar el mismo tiempo al aprendizaje de los cuadernillos de verano y a la exploración del aire libre, cuando ambos proporcionan valiosas oportunidades de aprendizaje".
No existe una respuesta única, ya que depende de las necesidades de cada niño, de su capacidad de atención y de sus intereses individuales. En lugar de buscar una cantidad de tiempo definitiva, se aconseja establecer un espacio de diálogo sobre el tiempo a dedicar a cada momento. En definitiva, reflexionar sobre lo que se ha aprendido es mucho más importante que contar el tiempo que se ha dedicado.