Con un registro preciso de cuándo y dónde se envían y reciben las donaciones, se garantiza que no se pierda sangre durante el transporte, se olvide o se almacene demasiado tiempo.
Según la Alianza Europea de la Sangre, en Europa hay unos 15 millones de donantes. El coste total medio de una transfusión de sangre puede oscilar entre 370 y 430 euros.
Zebra Technologies Corporation (NASDAQ: ZBRA), proveedor líder de soluciones digitales que permite a las empresas conectar de forma inteligente datos, activos y personas, afirma que los servicios de donación de sangre y las organizaciones involucradas deben pensar en "el seguimiento, la localización y la temperatura" con motivo del Día Mundial del Donante de Sangre, que se celebra el 14 de junio.
Uno de los objetivos del Día Mundial del Donante de Sangre este año es llamar la atención sobre la importancia de movilizar el apoyo a escala nacional, regional, y mundial de gobiernos y socios para invertir, reforzar y mantener los programas nacionales de donación de sangre.
Un suministro regular de sangre y plasma procedente de donantes es vital para garantizar que los pacientes se mantengan sanos y que los profesionales sanitarios puedan suministrar sangre en caso de emergencia. Según la Alianza Europea de la Sangre, en Europa hay unos 15 millones de donantes, con 25 millones de unidades transferidas cada año. Según estudios publicados en España y Francia, el coste total medio de una transfusión de sangre puede oscilar entre 370 y 430 euros.
Sin embargo, el nivel de donaciones no es regular, lo que significa que cada bolsa debe protegerse para garantizar que no se pierda ni se desperdicie. Un reciente debate de la Unión Europea sobre la donación de plasma destacó que actualmente se calcula que faltan más de cinco millones de litros para fabricar medicamentos derivados del mismo.
"Personalmente he donado sangre unas 80 veces, pero las donaciones por sí solas no bastan", afirmó Wayne Miller, director de Healthcare de Zebra Technologies EMEA. "Por eso también trabajo con líderes sanitarios para garantizar que todos los productos sanguíneos y plasmáticos aceptados sigan estando disponibles durante todo su ciclo de vida. No podemos permitir que un etiquetado, manipulación, almacenamiento, registros, rotación o temperatura inadecuados impidan que la sangre y el plasma donados se distribuyan a quienes los necesitan".
Seguimiento y localización
Pensando en lo mucho que el Royal Children's Hospital mejoró la seguridad de los pacientes, actualizando su tecnología de escaneado y aumentando la eficacia de su proceso de escaneado de sangre basado en códigos de barras. O lo sencillo que fue para Sanquin, un banco de sangre holandés, crear una solución a prueba de fallos para el etiquetado de productos sanguíneos. La inversión se centró en la actualización de una impresora. A un gran banco de sangre también le resultó mucho más fácil conservar los hemoderivados tras colocar indicadores de temperatura en cada bolsa.
Es importante que las donaciones estén correctamente etiquetadas en el punto de donación. Esto garantiza su seguimiento y el del donante. Junto a la aguja, los viales y las bolsas de sangre se encuentran la impresora móvil de etiquetas de códigos de barras, la etiqueta de detección de temperatura y las etiquetas para bolsas de sangre probadas por ISEGA. También se necesita un escáner de códigos de barras o un dispositivo móvil para conectarse al registro del donante. Las etiquetas y los códigos de barras ayudan a garantizar que el traslado de las donaciones a los laboratorios de análisis de sangre se haga de la forma más segura posible, con un registro preciso de cuándo y dónde se envían y reciben las donaciones. De este modo se garantiza que no se pierda sangre durante el transporte, se olvide o se almacene demasiado tiempo.
Si la muestra de sangre se considera segura y aceptable, las bolsas —todas las unidades donadas— pueden etiquetarse conforme a la norma mundial ISBT 128. Tanto las etiquetas primarias como las secundarias colocadas en las bolsas deben incluir un número de identificación de la donación (NID) impreso para permitir el seguimiento vena a vena. Una vez colocadas las etiquetas, sus códigos de barras pueden escanearse, analizarse y verificarse.
Se crea una nueva cadena de seguimiento cuando se vinculan la donación de sangre y el paciente receptor, a través de los datos almacenados en las bolsas de sangre y en el historial clínico electrónico (HCE) del paciente, a los que se accede fácilmente escaneando su pulsera.
Temperatura
"El seguimiento y su capacidad no son lo único que hay que tener en cuenta: mantener la temperatura correcta vena a vena es esencial", afirma Miller. "Las bolsas de sangre que se dejan desatendidas o expuestas a altas o bajas temperaturas pueden comprometer su calidad. Si hay alguna duda sobre la viabilidad de la sangre, quedará inutilizada y se desperdiciará".
Afortunadamente, se están creando nuevos sistemas de transporte que controlan la temperatura. Por ejemplo, el uso de una combinación de bolsas aislantes para el traslado de sangre, etiquetas con códigos de barras, etiquetas y lectores de identificación por radiofrecuencia (RFID) y sensores electrónicos de temperatura, permiten hacer un seguimiento de las donaciones en la expedición, en el tránsito y en el punto de recepción en el laboratorio. Un sistema RFID pasivo lee las etiquetas de los viales de sangre en cada etapa de la cadena, y un sensor electrónico de temperatura, situado en el bolsillo de la bolsa de transporte de sangre, registra los datos de temperatura cada minuto. Los datos se leen en el momento de su recepción en el laboratorio, se transfieren a la nube y se accede a ellos a través de los paneles de los móviles y ordenadores.
"El personal del laboratorio puede ver con precisión y rapidez si se ha mantenido la temperatura correcta y pasar o no la donación a la siguiente fase, lo que significa que no se pierde tiempo y se reduce la posibilidad de errores o riesgos, que es lo que necesitan los servicios de sangre y plasma demandados y lo que merecen los donantes y los pacientes", según Miller.