En 2022, la nube concentró la mayor parte de las inversiones TI y todo apunta a que seguirá el mismo camino este año
Escalabilidad, ahorro en costes, protección de datos, mejora en la continuidad del negocio y acceso a nuevas tecnologías entre los beneficios de un modelo de nube híbrida
Un entorno actual cada vez más cambiante y globalizado, junto con el dinamismo en el que se consumen los recursos tecnológicos, hace que las empresas tengan que adaptar sus procesos de negocio y buscar nuevas soluciones. Entre ellas, sobresale la nube híbrida, permitiendo a las compañías ser resilientes, flexibles y trabajar con seguridad. Según datos de IBM, más del 80% de las empresas tiene que gestionar, por lo menos, dos entornos de Cloud distintos, hecho que demuestra que la nube híbrida es hoy una realidad. En 2022, la nube obtuvo la mayor parte de las inversiones TI de las compañías y todo apunta a que seguirá el mismo camino este año.
El Cloud híbrido permite a las organizaciones maximizar el aprovechamiento de las ventajas de las nubes públicas y privadas. Con este modelo, las organizaciones pueden utilizar recursos de la nube pública para satisfacer picos de demanda, mientras que los recursos de la nube privada se pueden utilizar para cargas de trabajo críticas o sensibles a la privacidad.
Esta flexibilidad permite a las organizaciones adaptarse rápidamente a los cambios en el entorno empresarial y mejorar la eficiencia operativa. Ante este escenario, Innovery, multinacional de servicios de asesoramiento especializada en soluciones TIC detalla los beneficios de adoptar este modelo:
Escalabilidad. La forma de consumo tecnológico de las empresas y sus usuarios ha cambiado, ahora es mucho más dinámica. Por ello, las compañías necesitan ser rápidas en el momento de desplegar esos recursos y la nube pública aporta esa velocidad. En este caso, la nube aporta una escalabilidad horizontal, es decir, permite crecer en función de las necesidades del negocio.
Reducción del gasto. La adopción de un modelo Cloud híbrido puede ayudar en la reducción de costes, tanto de infraestructura como de operación. Pero, para ello, es importante identificar y optimizar las cargas de trabajo adecuadas para determinar dónde se alojarán, utilizar servicios en la nube, implementar automatización, negociar contratos y optimizar la transferencia de datos para obtener así los mayores beneficios.
Protección de datos. Aún existe una cierta desconfianza hacia la nube pública para almacenar información crítica y confidencial, especialmente en aquellos sectores cuyos datos están relacionados con información personal, como es el caso del sector salud, financiero o retail, lo que los ha llevado a prescindir de este modelo como fuente de creación de valor al negocio. Por eso, adoptar un modelo de Cloud privado es la mejor opción.
Mejora en la estrategia de continuidad de negocio. Entre los responsables de las organizaciones existe una preocupación ante la aparición de situaciones que paralicen la actividad de la compañía. Para evitar esos eventos, es importante contar con un modelo de Cloud híbrido que mejore la continuidad del negocio, balanceando las cargas de trabajo entre los diferentes modelos de Cloud, creando un escenario de disaster recovery como parte de un plan de continuidad de negocio.
Acceso a nuevas tecnologías. La constante transformación y evolución de la nuevas tecnologías obliga a las empresas a estar preparadas ante las nuevas cargas de trabajo. Para ello, el Cloud híbrido es el modelo de consumo que va a permitir a las compañías ver y evaluar nuevas funcionalidades de manera rápida. Es necesario modernizar y mejorar continuamente este aspecto y el Cloud híbrido permite estar a la vanguardia de estos nuevos servicios y tecnología.
Un modelo Cloud híbrido permitirá dar respuesta de una manera ágil, segura y óptima a las diferentes necesidades tecnológicas actuales y futuras, permitiendo escalar, tener una mejor visibilidad y gestión de las infraestructuras de manera que no suponga un impacto considerable en los procesos de negocio.
Una organización debe confiar en un integrador de soluciones Cloud que cuente con experiencia y conocimiento en los diferentes modelos de Cloud (privado, híbrido y público). Este integrador debe ser capaz de cubrir las necesidades de negocio de la organización, aportando valor a través de la mejora de procesos y la reducción de costes operativos. El objetivo final debe ser la transformación digital, proceso en el que ya se encuentran inmersas muchas organizaciones.
Carlos Zavala, Head of Division Hybrid Cloud en Innovery España, recomienda apostar por un socio tecnológico, con conocimiento y experiencia, que les ayude a tomar las mejores decisiones. "Con ello, realizar un análisis inicial, a modo auditoría, para conocer el estado de los servicios, entornos y aplicaciones y, a partir de ahí, construir una hoja de ruta en la adopción de un modelo de Cloud híbrido. Aunque cabe señalar que la adopción hacia un modelo de Cloud en las organizaciones es un tema complejo y que requiere una gran cantidad de esfuerzo y presupuesto", concluye el directivo.