Por lo general, los avances científicos se producen a un ritmo más lento de lo que requiere la sociedad, la cual se caracteriza por llevar un estilo de vida vertiginoso, cambiante y veloz. A pesar de esto, si se respetan los tiempos necesarios para producir conocimientos científicos sólidos, los beneficios sociales pueden ser significativos.

En este contexto, una de las ramas más dinámicas de la ciencia en los últimos tiempos es la neurociencia, sobre todo cuando se aplica a la educación. En este caso, se denomina neuroeducación y estudia la forma de interactuar de las personas con el medio en el ámbito educacional.

Para ayudar en la comprensión de la relación entre ambas disciplinas, el Instituto Calasanz de Ciencias de la Educación (ICCE) ha publicado el libro Neuro-Educación Realista, coordinado por José Víctor Orón Semper.

¿En qué consiste Neuro-Educación Realista?

Según afirma José Víctor Orón Semper, que además de coordinador es uno de los autores de esta obra, “la educación busca que la persona dé lo mejor de sí, pero lo mejor de sí no son sus capacidades, sino ella misma”. Por lo tanto, continúa diciendo este intelectual, “se necesita un marco reflexivo sobre la persona para poder usar los avances de la neurociencia al servicio de la educación”.

En esta línea, la obra parte de la base de que al pensar en la relación entre la neurociencia y educación se ha caído en sensacionalismos y se han sacado conclusiones precipitadas. En este mismo sentido, no hay que caer en un determinismo biológico que dicta que las personas son de una u otra manera porque el cerebro así lo dictamina. De hecho, estas carencias indican que aún falta conocer cuáles son los límites y las posibilidades de la neurociencia en la educación.

Además, las falsas aplicaciones de la neurociencia a la educación buscan dirigir al alumno. En cambio, lo que debe buscar la educación es que el niño sea autor de su propia vida. A consciencia de estas dificultades y complejidades, ICCE ha decidido publicar este volumen, que tiene el objetivo de dar luz a este problema.

Neuro-Educación Realista busca superar algunos neuromitos vigentes

Un ejemplo de los errores que se producen en la traslación de la neurociencia a la educación son los neuromitos. Estos son conceptos erróneos, generados por un malentendido o interpretación distorsionada de un hecho científico. En este contexto, este libro descubre, al mismo tiempo, los límites y las posibilidades de la neurociencia para la educación.

En conclusión, Neuro-Educación Realista, publicado por ICCE, plantea que los beneficios de la neuroeducación para los estudiantes pueden ser significativos. Ahora bien, para que esto sea posible es necesario plantear un diálogo adecuado entre neurociencia y educación.