El cabello es una de las partes del cuerpo que más se expone a los riesgos externos y al paso del tiempo, así como a diferentes enfermedades que pueden suponer un perjuicio importante para la persona. Unos cuidados y mantenimiento adecuados garantizan su fortaleza y prolongan el bienestar durante un mayor periodo de tiempo. La salud del pelo que tenemos en la cabeza es importante y hay diferentes tratamientos que ayudan a cumplir con este objetivo. La creciente preocupación por este aspecto ha dado lugar al desarrollo de nuevas y precisas técnicas, y a la instalación de una corriente profesional especializada en este punto. Más información en: imdermatologico.com, un instituto médico que trata todos los problemas relacionados con el cabello.
Tanto hombres como mujeres están expuestos a las amenazas que pueden afectar a la salud de la cabellera. Ante cualquier sospecha de que ésta pudiera estar en peligro, lo más recomendable es acudir a una clínica con experiencia en este tipo de intervenciones, ya que tienen la capacidad para realizar un trabajo de detección y prevención, además de poner en marcha las técnicas adecuadas cuando el problema está presente. Algunas enfermedades comunes, como la alopecia, no se solucionan con facilidad, incluso pueden llegar a un punto en el que revertirla resulta un imposible. Pedir una cita previa en un centro especializado es la mejor elección, pues solo así se puede evitar llegar a las fases más complejas.
La medicina aporta diferentes tratamientos para hacer frente a éste y otros problemas capilares. La terapia capilar de ozono es una técnica vanguardista que utiliza este componente para obtener una regeneración y un refuerzo del pelo cabelludo, así como la eliminación de las partículas dañinas. El empleo de ozono aporta oxígeno al pelo, lo que se traduce en una estimulación para las células. El resultado es un cabello más fuerte y denso.
Intervención moderna y eficaz
La radiofrecuencia es otro de los tratamientos utilizados en las clínicas de medicina dermatológica cuando el reto es regenerar el pelo cabelludo. Consiste en la aplicación de una corriente que aumenta la temperatura, de manera que la circulación se ve favorecida y la actividad celular se multiplica. La estimulación de los folículos pilosos facilita la recuperación. Esta acción también se puede conseguir mediante un trabajo de bioestimulación transdérmica, que se enfoca, principalmente, a la pérdida de pelo. Su aplicación se produce en las fases iniciales de la alopecia y es eficaz gracias a un aumento de la producción de colágeno, que es una proteína rejuvenecedora que pone freno al envejecimiento del cabello.
Las técnicas de tratamientos capilares más vanguardistas también contemplan el uso de un láser sobre las zonas con baja densidad de pelo. Esta intervención facilita el riego sanguíneo y consigue así una estimulación de la producción de cabello. Es un método muy directo, pues atraviesa la piel y llega a los folículos pilosos, que son la apertura a través de la que crece el pelo. Es un tratamiento, además, muy respetuoso con el paciente y que no tiene efectos secundarios.