El consumo de vapeadores se ha duplicado en los últimos 7 años. Dos de cada 10 jóvenes lo han probado en alguna ocasión, un hábito que alcanza ya al 12,1% de la población entre los 15 y los 64 años, con especial incidencia 15 a 24 años

Los expertos alertan de la aceptación social, el fácil consumo por parte de los adolescentes y las consecuencias en la salud. De hecho, los dispositivos contienen la nicotina equivalente a un paquete de 20 cigarrillos

El experto José Capote analiza los mitos en torno al vapeo y ayuda a comprender a sus pacientes los mecanismos psicológicos de la adicción a la nicotina

El consumo de vapeadores se ha duplicado en los últimos 7 años, según la última encuesta Edades. Dos de cada 10 jóvenes lo han consumido en alguna ocasión, un hábito que alcanza ya al 12,1% de la población entre los 15 y los 64 años, con especial incidencia de 15 a 24 años. Ante esta situación, los expertos advierten que lejos de ayudar a dejar de fumar, el vapeo es la puerta de entrada al consumo de tabaco.

Según la encuesta bienal sobre alcohol y drogas realizada por el Plan Nacional sobre Drogas, 4 de cada 10 españoles han fumado alguna vez, el 33,1% a diario en los últimos 30 días. De hecho la venta de tabaco se ha incrementado el año pasado el 4%, hasta las 2.182,5 millones de cajetillas, un 2,69% menos que antes de la pandemia. Cifras que por el momento preocupan a los profesionales que tienen puestas sus miras en la subida que está teniendo de manera exponencial el uso de cigarrillos electrónicos en la población más joven.

En concreto, los expertos alertan de su aceptación social, el fácil consumo de los vapeadores por parte de los adolescentes y la falta de información sobre cómo puede afectar a la salud. Por su parte, José Capote -psicólogo especializado en adicciones y trastornos de ansiedad y ex fumador que ha desarrollado 'El Último Pitillo', programa pionero para dejar de fumar en 40 minutos a través de un método científico y sin medicación- detalla la falsa inocuidad en torno al vapeo. "Los jóvenes conocen las consecuencias de fumar tabaco y se introducen en el vapeo por dos motivos. Por un lado, porque consideran que este hábito no afecta a su salud y porque les genera una falsa satisfacción. Todo ello, sumado a que socialmente está aceptado el uso de vapeadores de forma regular y se ha normalizado la conducta de vapear. Una situación que les podría conllevar a ser fumadores de tabaco en un corto periodo de tiempo".

Tres falsedades sobre el hábito de vapear y sus consecuencias reales en la salud

A pesar de ser dispositivos relativamente nuevos, la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica advierte de la existencia de propilenglicol, glicerina y nicotina en el líquido de los vapers. Estas sustancias generan daños respiratorios, favoreciendo el deterioro pulmonar. De hecho, un informe publicado por la World Heart Federation (WHF) y apoyado por la Fundación Española del Corazón, señala que los consumidores de cigarrillos electrónicos tienen casi el doble de probabilidades de sufrir un infarto.

El experto José Capote asocia que el aumento del consumo de cigarrillos electrónicos o vapers está ligado a afirmaciones que carecen de evidencia científica y cuyas consecuencias tienen un efecto grave en la salud.

El consumo de vapers ayuda a dejar el hábito del tabaco. Esta afirmación está extendida entre los vapeadores. Los profesionales advierten de la adicción que pueden generar los aparatos electrónicos de vapeo y desencadenar la recaída al consumo de tabaco. Estos dispositivos contienen nicotina equivalente a un paquete de 20 cigarrillos. El organismo se acostumbra a la nicotina del cigarrillo eléctrico y la adicción acaba haciéndote volver al consumo de tabaco.

Vapear no perjudica la salud. Es otra de las afirmaciones que se deben combatir. Algunos de los ingredientes contenidos en el aerosol de los vapers, son irritantes para los pulmones y pueden llegar a causar graves daños a largo plazo. Los científicos todavía están analizando los efectos prolongados que tienen los cigarrillos electrónicos para la salud y las consecuencias de esta adicción.

Los vapers ayudan a reducir la ansiedad. Un estudio realizado a más de 2.500 adolescentes y adultos jóvenes por la Asociación Americana del Corazón ha descubierto que el consumo de nicotina está asociado con síntomas de depresión. Así, el cerebro cree que realmente necesita consumir esta sustancia cuando se generan situaciones de frustración o ansiedad.

Durante el curso "El Último Pitillo", José Capote guía a los pacientes en su proceso de abandonar el hábito con una visión integradora del comportamiento humano. En las sesiones, el experto enseña a comprender los mecanismos psicológicos que, hasta ahora, han provocado que salir de la adicción al tabaco sea un camino enrevesado. Ya que, según detalla, la adicción a la nicotina es, en su mayor parte, psicológica.