Empresa

Consejos para preservar el matrimonio

¿Es el matrimonio un deporte de riesgo? Una experta en Familia aporta una serie de consejos para tratar de evitar que el matrimonio acabe derivando en divorcio

En los últimos tiempos se viene extendiendo una tendencia consistente en evitar salir de la zona de confort. Es por ello que cada vez es menos habitual que las parejas decidan dar el paso de contraer matrimonio. El miedo al compromiso, es sin duda, un freno para muchos. El miedo a equivocarse, también. 

Una abogada experta en derecho de Familia y Divorce Coach, fundadora de una asesoría que aborda el divorcio desde un enfoque holístico jurídico-emocional, con base en su experiencia y en los casos tratados en su despacho, asegura que "el matrimonio es una voluntad y un compromiso consciente. No puede, por tanto, reducirse a una serie de comportamientos automatizados, sino que requiere entregarse, ayudarse y dedicarse tiempo mutuamente". De lo contrario, afirma, que no tener desencuentros de forma puntual no es sinónimo de que todo vaya bien, sino que a veces no los hay porque directamente no hay comunicación. Ello produce una escisión, una brecha en el vínculo, que con frecuencia acaba siendo la antesala de la separación o el divorcio. 

Ofrece una serie de consejos para preservar el matrimonio y evitar el divorcio:

  • Ajustar expectativas. Ello pasa por eliminar las idealizaciones tan extendidas y ejemplificadas en los mitos del príncipe azul o en el de la media naranja. Hay que ser conscientes de que la perfección no existe. Por otro lado, es preciso aceptar a la otra persona tal cual es, sin ánimo de cambiarla. 
  • Complementación. El objetivo nunca debe ser que la pareja sea idéntica, sino que sea un complemento y compañero/a de viaje que contribuya al crecimiento personal y conyugal. 
  • Evitar el reproche. Es importante tratar de ser asertivos al expresar aquello que molesta de la otra persona y dejar el espíritu competitivo a un lado, pues una relación nunca debe ser una lucha de poder en la que alguien es superior al otro. En este sentido, la humildad es una virtud fundamental.
  • Establecer unas pautas de convivencia mínimas. Es necesario dialogar e implementar ciertas directrices respecto de hábitos, costumbres y conductas que afectan a aspectos esenciales del matrimonio, tales como el reparto de tareas domésticas o la crianza de hijos. Ello contribuirá a una convivencia familiar sana y equilibrada. 
  • No dejar que la monotonía se cuele en casa. No debe confundirse la monotonía con la rutina. La primera es una clara amenaza para el matrimonio, mientras que la segunda lo dota de un cierto orden. Hay que procurar mantener viva la llama del amor, a pesar de los momentos difíciles. Algunas formas serían: no olvidar expresar el afecto, disponer de un "tiempo de pareja sagrado", fomentar una comunicación basada en el respeto, no esperar la llegada de fechas señaladas para sorprender al otro, intentar hacer cosas diferentes, etc. 

Además de estos aspectos, según la abogada experta en Familia, existen otros consejos relacionados con la forma de vivir la vida propia que también pueden ayudar a reducir las posibilidades de que el matrimonio acabe desembocando en una irremediable separación entre los cónyuges. 

El primero de ellos es vivir con gratitud en el 'aquí y ahora'. Para ello es necesario dar valor a lo que conforma la realidad propia. Tal como dijo en la presentación de su segundo libro , "tendemos a ser un péndulo que oscila del pasado al futuro y viceversa; el exceso del primero nos genera tristeza, y el exceso del segundo, ansiedad. Debemos, pues, aprender a dosificar esas visitas, porque el presente es lo único que nos mantiene conectados a la vida". Además, añade "la cotidianidad está llena de belleza, pero para percibirla, es preciso cultivar su apreciación y ello pasa por aprender a vivir en la gratitud".

El otro aspecto importante es tomar las riendas, lo que significa escribir la vida propia en lugar de dejar que sean otros quienes lo hagan. Ello requiere aunar el coraje suficiente para "emprender un viaje hacia adentro" y poner límites a los comentarios y opiniones de fuera; cultivar el silencio, practicar la autoescucha, atreverse a autoconocerse. La finalidad es vivir de forma alineada con el propósito vital que cada uno tiene. Vivir para encajar en moldes preestablecidos o cumplir expectativas ajenas tarde o temprano va a repercutir en el modo de vincularse, con uno mismo, y, sin duda, también, con el cónyuge que se haya escogido como compañero de vida. 

Noticias de Empresa

· Murcia ha acogido durante tres días el V Simposio Técnico del Grupo de Trabajo Interinstitucional de Naciones Unidas sobre Economía Social y Solidaria (UNTFSSE) ·