Las clínicas apuestan cada vez más por la innovación tecnológica al introducir maquinaria puntera capaz de analizar y realizar un diagnóstico facial en profundidad
El auge de la medicina estética es una tendencia impulsada por los avances tecnológicos aplicados en la materia, sobre todo en pro de mejorar los procedimientos para obtener resultados naturales a partir de técnicas menos invasivas y más eficientes. Según la SEME, el año pasado se realizaron en España cerca de 900.000 tratamientos de medicina estética y, aproximadamente, el 40% de la población se ha sometido a alguna intervención.
Teniendo en cuenta que la innovación y la digitalización son ahora inversiones prioritarias en el tejido empresarial a nivel global, el sector de la medicina estética ha adoptado las nuevas tecnologías, tanto en técnica como en maquinaria especializada, que facilita los procedimientos y mejora la experiencia de los pacientes.
De esta forma, no solo se está ampliando el porfolio de servicios con técnicas más efectivas, sino que se provee a los clientes de información exacta y en tiempo real sobre las mejoras en el estado de su piel, ofreciendo la posibilidad de ver el "antes y después" de la misma y, por ello, garantizando la eficacia del tratamiento estético. De este modo, se responde también a los nuevos hábitos de los consumidores, que necesitan involucrarse en, al menos, parte del proceso para su completa satisfacción.
Análisis dérmico previo al tratamiento estético
Para llevar a cabo este análisis en profundidad del estado de la piel previo al tratamiento (y posterior al mismo, para comprobar las mejorías), las clínicas de medicina estética, como es el caso de la gallega Graziella Moraes, están priorizando la inversión en tecnología avanzada.
Así, por ejemplo, la firma ha introducido la Observ 520X, una máquina que determina el tipo de piel del paciente y los problemas cutáneos que residen en la misma, tanto en la superficie como en las capas más profundas. La tecnología de fluorescencia que se aplica proporciona un asesoramiento visual específico, lo que permite escoger el tratamiento idóneo y comprobar el "antes y después".
"Un análisis profundo de la piel es parte esencial del tratamiento y asesoramiento para satisfacer las necesidades y expectativas de nuestros pacientes. Nosotros aplicamos técnicas propias que hemos desarrollado a partir de tecnología puntera y priorizamos siempre el bienestar de la persona, por lo que el cuidado y delicadeza en todo el procedimiento es indispensable para un buen resultado", afirma la doctora Graziella Moraes, médico estético y fundadora de la clínica.
Tecnología de fluorescencia para analizar la piel
El procedimiento consiste en observar el estado de la piel del rostro bajo diferentes tipos de luz, donde cada una destacará los daños a diferentes niveles de profundidad. Esto ayudará al médico estético a diagnosticar las afecciones relativas a las secreciones (como el acné), la coloración (manchas solares, pecas, decoloraciones, etc.) y la textura (arrugas, flacidez, poros, etc.), entre otros.
Así, cada paciente puede someterse a la prueba y observar su piel bajo luz del día, UV real (que muestra, por ejemplo, los daños generados por el sol al no usar protector), lámpara de Wood (para las zonas donde se acumula grasa), polarizada cruzada y paralela (para observar el envejecimiento y las manchas y arrugas, respectivamente). Una vez se obtienen las imágenes, estas se muestran y explican al paciente para buscar, después, el tratamiento idóneo en pro de mejorar el estado de la piel o retrasar su envejecimiento.
"Las intervenciones no quirúrgicas, como peelings químicos o el rejuvenecimiento con láser, así como las no invasivas, se han hecho muy populares. Y, en ocasiones, los resultados a vista humana pueden parecer sutiles; pero, gracias a la tecnología, los profesionales podemos probar la mejoría y el progreso de los tratamientos estéticos", añade Graziella Moraes.