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Balizas V2 y conos conectados, tecnología que busca salvar la vida de operarios y conductores

Cada año se realizan en las vías españolas más de 10.000 obras que generan más de 100.000 incidencias como cortes de tráfico, estrechamiento de carriles, desvíos. Se trata de acciones que hay que señalizar y en las que trabajan miles de operarios que, diariamente, ponen en riesgo sus vidas. De hecho, de acuerdo con la DGT, tan solo durante el año 2021 tuvieron lugar 158 siniestros de tráfico relacionados con obras de mantenimiento y conservación en las carreteras, de los cuales 19 implicaron a operarios que trabajaban o caminaban por la calzada o sus inmediaciones como peatones. En ellos, 7 trabajadores sufrieron lesiones y 2 fallecieron tras ser arrollados.

Son vidas que podrían haberse salvado, siniestros que podrían haberse evitado. Por ello, diversas empresas de tecnología y organismos del estado se encuentran trabajando para desarrollar dispositivos que permitan lograr reducir estas cifras a cero en los próximos años. Porque no se trata solo de reducir los riesgos de quienes trabajan en las vías, sino de todos los usuarios de las carreteras y, para ello, la tecnología y la conectividad en carretera son y serán clave.

Hablamos de señales que ya están en fase de pruebas, tales como los conos conectados y las V2. Por un lado, los conos conectados son elementos, iguales a los conos tradicionales, pero que, gracias a la tecnología IoT, pueden conectarse con la plataforma DGT 3.0. Estos artefactos, además de emitir destellos luminosos de advertencia, permiten ofrecer información veraz y actualizada en tiempo real sobre los tramos en obra, mantenimiento o cortes de tráfico. Hasta ahora, este tipo de situaciones se comunicaban de manera manual a las autoridades, no eran compartidas con los conductores y no estaban actualizadas en tiempo real.

Y es que cuando hablamos de seguridad vial, la información es clave. A partir de la entrada en funcionamiento de los conos conectados, las empresas que estén realizando obras en las vías simplemente tendrán que colocarlos y encenderlos al comenzar las tareas de modo que automáticamente se activará una incidencia de circulación en el Centro de Gestión de Tráfico de la DGT y esta información será compartida en tiempo real a través de la Plataforma DGT 3.0 y del Punto de Acceso Nacional.

Así los conductores podrán disponer previamente de la información sobre la realización de obras que se va a encontrar a lo largo de su trayecto, una notificación que no sólo aparecerá en los paneles de información variable que hay en las diferentes carreteras, sino que también estarán en las aplicaciones de movilidad en sus teléfonos y en los propios coches conectados.

El V2 IoT (baliza ECE R65 conectada), por su parte, es un dispositivo luminoso con una luz de color amarillo a la que se le ha incorporado un sistema de geolocalización continuo. La finalidad de la señal es indicar la posición de vehículos lentos y de transporte especial que, por sus condiciones específicas de tamaño y/o velocidad, suponen un potencial peligro en la carretera.

Deben usarlas aquellos vehículos que desempeñen un servicio, actividad u operación de trabajo; aquellos que no superen los 40 kilómetros por hora; los vehículos en régimen de transporte especial, así como los de acompañamiento de eventos deportivos. Al igual que los conos conectados, el objetivo del uso de estas señales es permitir que el conductor conozca con antelación cualquier tipo de incidencia que se vaya a encontrar en su trayecto y poder tomar las decisiones correctas, bien sea para procurar una vía alterna o para conocer hasta cuándo se mantendrá la situación. Siempre buscando mejorar la seguridad vial. 

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