El aguacate es sin duda el mejor aliado para pasar el invierno. Aunque a menudo se considera un alimento que se consume sobre todo en verano, los aguacates son una fruta ideal para acompañar nuestra dieta durante todas las estaciones del año. El aguacate se puede conseguir durante todo el año pero durante los meses de invierno podemos disfrutar de aguacates procedentes de países como España, Chile, Israel y Marruecos. La variedad más conocida es el aguacate Hass, identificable por su textura de piel rugosa que se oscurece a medida que el fruto madura. Los aguacates son únicos gracias a su rico contenido en nutrientes y son una gran fuente de tres vitaminas esenciales, la B9, la E y la K. Veamos lo que estas vitaminas pueden hacer por nosotros:
Un aporte extra de vitaminas B9, E y K
Incluir los aguacates en nuestra dieta puede ayudarnos a mantener saludable tanto nuestro cuerpo como nuestra mente. A medida que se acercan las largas noches y las temperaturas descienden, los aguacates pueden darnos ese pequeño empujón que necesitamos para sentirnos vivos y llenos de energía.
Cabe destacar que los aguacates son ricos en vitamina B9. De hecho, medio aguacate proporciona más del 24% de la ingesta diaria recomendada de vitamina B9 para las mujeres. Esta vitamina hidrosoluble -conocida como ácido fólico en su forma sintetizada (en complementos alimenticios, etc.) y folato en su forma natural (como el que se encuentra en los aguacates)- tiene varias funciones esenciales en el organismo. Estas funciones incluyen la fabricación y reparación del ADN, la ayuda a la creación de nuevas células, en particular la formación de glóbulos rojos, y el apoyo al sistema inmunológico. La falta de esta vitamina puede provocar cansancio, irritabilidad y pérdida de apetito y, en el peor de los casos, la anemia.
Los aguacates son también una buena fuente de vitamina E, un importante antioxidante que ayuda a mantener la piel y los ojos sanos, y contribuye a mantener un sistema inmunitario más resistente a los virus y las bacterias. Por su parte, la vitamina K ayuda al organismo a utilizar y almacenar energía y a formar hemoglobina, la proteína que transporta el oxígeno en los glóbulos rojos.
Todos sabemos que llevar una dieta equilibrada y variada, con mucha fruta y verdura, es esencial para nuestra salud. El invierno es a menudo la estación de la indulgencia, lo que puede dejarnos con una sensación de pereza. Los aguacates no sólo nos ayudan a obtener las diversas vitaminas que necesitamos, sino que también nos aportan fibra y grasas monoinsaturadas saludables, lo que los convierte en un fantástico aliado como parte de una dieta saludable este invierno.
Cómo elegir y conservar los aguacates
A la hora de elegir un aguacate, si quieres consumirlo ese mismo día, la Organización Mundial del Aguacate recomienda seleccionar uno que ceda al apretarlo ligeramente, no demasiado firme pero tampoco demasiado blando. Los aguacates Hass que están maduros y listos pueden tener un color más oscuro, pero esto puede variar, así que es mejor guiarse por cómo se sienten además de por su color.
Si tienes previsto consumir un aguacate a los pocos días, escoge uno más firme y déjalo madurar en casa a temperatura ambiente. Para acelerar el proceso de maduración, guarda tus aguacates junto a uno o dos plátanos, colocándolos juntos en una bolsa de papel o de tela para obtener resultados aún más rápidos. Los plátanos liberan la hormona etileno, que estimula y acelera el proceso de maduración, por lo que tu aguacate debería estar listo para comer entre dos y cinco días más tarde. Dale un ligero apretón cada día para comprobar si está maduro.
Los aguacates enteros que estén maduros deben guardarse en el frigorífico para mantenerlos frescos. Si has cortado el aguacate, mantén la piel restante y el hueso adherido, unta la pulpa expuesta con zumo de limón, cúbrela bien con papel film y guárdala en el frigorífico para que se mantenga fresco