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El Instituto Español Funerario explica en qué consiste la tanatopraxia

Después de la muerte de una persona, los especialistas se encargan de mantener la estética del cadáver para darle el último adiós a sus familiares. Más conocida como tanatopraxia, esta práctica consiste en higienizar, restaurar y embalsamar un cuerpo sin vida.

Trabajar con restos humanos no es una tarea fácil, es por ello que los estudiantes del Instituto Español Funerario son preparados con métodos profesionales para darle el mejor aspecto. Su objetivo principal es brindar una última imagen agradable que impulse buenos recuerdos en sus seres queridos.

La tanatopraxia como vocación

Para convertirse en agente funerario se debe pasar por un proceso de aprendizaje de los métodos adecuados del tratamiento del cadáver. El Instituto Español Funerario es un centro que se centra en la formación en este sector. Quien no está dentro del sector tiene la duda de cuál es el motivo principal para dedicarse al embalsamado de cuerpos. Según un reportaje elaborado por la Cadena SER, la mayoría de los alumnos siente vocación por la práctica, pero una realidad positiva de este trabajo es que siempre está en constante movimiento, por ende, el empleo es más accesible. En otra línea, enfrentarse al tratamiento de un cuerpo sin vida es una experiencia impactante y, sobre todo, para las personas que están iniciando. Por esta razón, el instituto cuenta con psicólogos que dan las pautas y así gestionar las emociones desde el primer contacto. Para poder manipular el cadáver se debe ser empático para otorgar al cadáver el respeto que merece mientras se ejecuta el debido procedimiento.

Estudiar tanatopraxia

Así mismo, la impresión se comienza a disipar después del primer contacto, ya que el frío de la sala crea el ambiente para comenzar a manipular los equipos. Comienzan aflorando las arterias, después implementan las cánulas que ayudan a drenar los líquidos y, por medio de masajes, realizan el embalsamado. La forma de originar una estética natural es eliminando toda la sangre y agregando una mezcla que sella los orificios para evitar el escurrimiento del líquido. Además de este proceso, el tanatopractor también se encarga de maquillar, vestir y enferetrar para dejar el cuerpo listo, como si el fallecido estuviera durmiendo. Todo esto se logra por medio de las prácticas especializadas del Instituto Español Funerario que, al ser el único centro en el país con esta oferta de cursos tan amplia, recibe en sus clases a alumnos de toda España.

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