La Asociación de Salinas Marinas (Salimar) ha presentado hoy un sello certificado por AENOR que garantiza que su consumo genera ecosistema y contribuye a la biodiversidad
Más de 50.000 toneladas de sal marina comenzarán a estar identificadas en los puntos de venta con este logotipo
La Asociación de Salinas Marinas, Salimar, ha presentado hoy un sello certificado por AENOR con el que el consumidor podrá identificar por primera vez en los puntos de venta lo que es 100% sal marina. Gonzalo Díaz, presidente de la entidad, ha celebrado el hito como “un paso importantísimo para las salinas marinas y para el consumidor, que va a tener la garantía de que adquiere un producto natural y que también se ha obtenido de forma absolutamente natural”.
Así, más de 50.000 toneladas de la sal marina producida en España por Salimar irá marcada en lo sucesivo con el sello 100% Sal Marina. Una distinción que realza su origen natural, su sostenibilidad, su contribución a la conservación de oficios tradicionales y su capacidad para generar biodiversidad.
El presidente ha subrayado la singularidad de la sal marina a partir de que “de los 60 millones de. toneladas de sal que se producen en Europa, solo entre 2 y 3 millones son de sal marina natural libre de tratamientos químicos o de actividades procedentes de la minería”.
En ese sentido, Díaz matiza que la sal marina es producida “exclusivamente a través de la acción del sol y el viento”. Y el sello presentado hoy, ha continuado el portavoz, “aporta transparencia e información al consumidor sobre el impacto ambiental positivo que aportan estos humedales”. Así, ha añadido, “va a poder tener la garantía de que lo que consume genera ecosistema”
Una fuente de futuro como visión familiar
Además, ha aludido a la visión familiar que proyecta Salimar: “La biodiversidad genera futuro para los demás, como va implícito también en los valores familiares de las empresas asociadas”.
Por su parte, Teresa Fernández, directora de comunicación de la entidad, ha lamentado que todavía “no haya una norma europea sobre la sal; no existe una definición común”. De ahí que, según ha indicado, “desde Salimar hemos querido conferir un sentido y un valor específico a la sal marina con la certificación de AENOR”. Un sello, que según ha subrayado Fernández, “nos acerca a la idiosincrasia de la producción sostenible de sal marina”.
Idiosincrasia de la producción sostenible de sal marina
Precisamente, las salinas marinas conservan oficios tradicionales como el de aguatajos (también conocido como canalero o guardabalsas); una figura que se encarga de supervisar que los niveles de salinidad de las lagunas sean óptimos para que cristalice la sal. Y desde el punto de vista de la biodiversidad, el sello de sal 100% sal marina, recuerda que estos humedales salobres son el hogar ideal de centenares de aves, peces, plantas, crustáceos, invertebrados y microorganismos. Un ecosistema rico y lleno de vida en el que conviven, en perfecta armonía, la naturaleza con la actividad salinera en una simbiosis única en la que ambos se benefician.
Con esta propuesta, la entidad quiere defender la idoneidad de este tipo de sal para un consumo sostenible y natural, dentro de las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud sobre consumo diario (menos de 5 gramos de sal por día).
Sobre Salimar
La Asociación de Salinas Marinas, Salimar, se constituyó en 2019 con el objetivo dar a conocer las características y beneficios de la sal marina, promover su consumo responsable en beneficio de la salud y reivindicar la función medioambiental de una industria sin la cual no existirían ecosistemas de enorme riqueza, en los que viven y nidifican centenares de especies animales.
Las empresas asociadas en Salimar son Marítima de Sales (Cádiz), Infosa (Tarragona), Salinas d’Es Trenc (Mallorca), Salinera Española (Ibiza y Murcia) y Bras del Port (Alicante). Entre las cinco suman un total de 7.200 hectáreas, con una capacidad productiva media de 720.000 toneladas anuales de sal marina. La facturación de las empresas asociadas ronda los 50 millones de euros al año.
La sal marina está presente en infinidad de aplicaciones que van del consumo humano a la industria alimentaria pasando por la industria química o el tratamiento de agua.