Los factores de riesgo más habituales son obesidad y sobrepeso materno, historia familiar de diabetes o edad materna por encima de 35 años.
Valencia, 27 de octubre del 2022- La importancia del diagnóstico precoz y tratamiento de la diabetes gestacional es clave para que no aparezcan complicaciones relacionadas con esta entidad. Considerada una de las enfermedades endocrinológicas más presente en los embarazos, supone una disminución a la tolerancia de los hidratos de carbono que se diagnostica por primera vez en el embarazo y afecta aproximadamente al 10% de las embarazadas.
Tal como explica el doctor David Fuster, ginecólogo de Vithas Valencia 9 de Octubre "su desarrollo se debe a que a partir del segundo trimestre se produce una resistencia periférica a la insulina y una disminución de la tolerancia a la glucosa. Debido a esto, aumenta la secreción de insulina, pero hay un porcentaje de gestantes que no son capaces de poner en marcha este mecanismo de compensación y desarrollan la diabetes gestacional".
Además, subraya que "diagnosticar, controlar y tratar la diabetes gestacional asegura el desarrollo de un embarazo sano evitando las consecuencias que la alteración metabólica provocada por la diabetes gestacional (es decir, la que la madre desarrolla durante el embarazo) tiene efectos en el desarrollo del embrión, del feto y del posterior neonato"
"La diabetes gestacional, -asegura el especialista-, no sólo aumenta el riesgo de alteraciones en el feto durante la gestación (() alteraciones del crecimiento; modificaciones del funcionamiento de ciertos órganos, como el corazón fetal, o ciertas vías metabólicas hepáticas, etc.), sino que también tiene un impacto en la salud del bebé a largo plazo, ya que provoca alteraciones que persisten en la edad adulta. Entre las anomalías más comunes que pueden desarrollar encontramos la obesidad, la diabetes o alteraciones cardiovasculares".
Los factores de riesgo más habituales para la diabetes gestacional son obesidad y sobrepeso materno; historia familiar de diabetes; antecedente de diabetes en embarazos anteriores (recurrencia del 40%); antecedentes de hijos nacidos con más de 4kg; patología tiroidea; edad materna por encima de 35 años; antecedentes de prematuridad, polihidramnios o de muerte neonatal sin causa aparente.
"Es clave por tanto el diagnóstico y la aplicación de los tratamientos adecuados, tanto durante la gestación con el objetivo de estabilizar el metabolismo de la madre, como en los primeros meses del recién nacido con una dieta adecuada y controlada por el pediatra", concluye el doctor Fuster.