En la localidad sevillana de Gelves, la compañía socio-sanitaria Grupo Guadalsalus, pone en funcionamiento su segundo centro especializado en la desintoxicación y deshabituación de adicciones. En ésta ocasión, la entidad apuesta por la especialización y se diferencia por un tratamiento exclusivamente diseñado y diferenciado para el SEXO FEMENINO.
El Ministerio de Sanidad del Gobierno de España ha diseñado a través de la Estrategia Nacional sobre Adicciones (2017-2024) y el Protocolo Inclusión de la Perspectiva de Género en Programas de Prevención de Adicciones la llamada estrategia dual. Dicha estrategia promueve, por un lado, la igualdad de género a través de acciones concretas y, por otro, transversalizar la perspectiva de género en las acciones terapéuticas que tengan otros objetivos.
¿Qué dificultad encuentran las mujeres en los tratamientos de adicciones? Pues el problema está en que dichos tratamientos se pensaron para hombres, son androcéntricos y, sencillamente, fracasan ampliamente entre las mujeres. El motivo es bien sencillo: entre hombres y mujeres existen diferencias que afectan tanto a las motivaciones que llevan al consumo como a su impacto y secuelas físicas, sociales y psíquicas. Un dato que refuerza esta particularidad sufrida por la mujer es que el 84% de las mujeres con trastorno por uso de sustancias ha sufrido algún tipo de abuso o malos tratos.
Por ello, Guadalsalus ha creado Instituto Mia. Con 16 plazas privadas, en una zona exclusiva, se trata de una Comunidad Terapéutica Femenina. La primera de España. Y ojo con la diferencia, porque en España existen cuatro Comunidades Terapéuticas de Mujeres, pero no femeninas. Esto quiere decir que en Instituto Mia no se trabaja la perspectiva de género en clave binaria (hombre-mujer), sino a nivel de orientación. Es decir, en una Comunidad Terapéutica de mujeres no podrían ingresar, por ejemplo, personas transgénero. Esto sí lo pueden hacer en Instituto Mia, donde la orientación sexual se considera constitutiva de la persona y se acompañan las particularidades de los diferentes patrones de consumo, repercusiones físicas, procesos de hormonación, especificidades psicológicas, contextos sociales… Es un paso más allá a nivel de intervención psicológica en unidades residenciales que pretende acompañar a la sociedad en sus nuevas necesidades, las cuales siempre van muy por delante de las respuestas que la Administración Pública es capaz de crear.